martes, 16 de febrero de 2021

Elecciones: excusas de mal pagador

Más de setecientos mil votos (700.000) ha perdido el independentismo, repartidos casi a la mitad entre Esquerra Republicana de Catalunya y los post post post convergentes de Waterloo. El maestro Enric Juliana entiende que tan abultada pérdida (debido a la abstención  propia del independentismo) se debe o bien a la pandemia del covid o al hastío de la política. Juliana sabe de lo que habla. Con todo, me atrevería a sacar una conclusión –provisional, por supuesto—acerca de tan caballuna abstención propia, esto es, de las dos fuerzas independentistas: sea una u otra explicación (la pandemia o el hastío) han podido más que la fe mística de los seguidores de Waterloo o de Oriol Junqueras.

La pérdida es tan significativa, y la victoria de Salvador Illa tan relevante, que en la misma noche electoral, desde las covachuelas del independentismo la factoría de tejeringos informativos empezó a propalar que el independentismo había superado el 51 por ciento. (El País ya sea estando en la inopia o a cosica hecha lo ha dado por bueno). En realidad, la abstención ha dejado a la independencia en el 27 por ciento del censo. Es, según Carles Castro, «la fantasía secesionista», en La Vanguardia de hoy. Es una fantasía radicalmente reñida con las matemáticas.

Independentistas: excusas de mal pagador.

 

2.--- La abstención gigantesca sirve, además, para que magreándola desconsideradamente, la derecha carpetovetónica explique (es un poner) sus catástrofes o, por mejor decir, su enjambre sísmico. Por ejemplo, doña Inés Arrimadas (todavía jefa de Ciudadanos) afirma que sus raquíticos resultados se deben a la abstención. Y aquí empieza y acaba la aparente explicación de su hecatombe. No habrá cambios –afirman sus más íntimos parciales— porque en tiempos de dificultad no conviene hacer mudanza. A menos que el grupo de  «padres fundadores» del partido, aquellos intelectuales de filosofía oxidada, aporten ideas de salvación.  

Tres cuartos de lo mismo ocurrirá en el Partido Popular, aunque aquí sin ningún intelectual que llevarse a la boca.  En todo caso, habrá cambios en una u otra cortijada cuando ya no queden candidatos a substituir al capataz.  

De momento, unos y otros con excusas de mal pagador.  

 

3.--- Paco Rodríguez de Lecea con exquisita elegancia ha afirmado que «las urnas se han mostrado severas con los Comunes». Esta es la cariñosa observación hacia un partido que ha sido sobrepasado por Vox. Por Vox que ha conseguido representación territorial en las cuatro provincias catalanas, mientras que los Comunes sólo lo han podido alcanzar en Barcelona y Tarragona.

Jéssica Albiach ha hecho una campaña tesonera. Con pundonor. Pero ha tenido que apechar con las inercias de la ambigüedad: ni independentismo, ni federalismo, aunque sacándose de la manga la «España confederal». Y, sobre todo, ha aguantado estoicamente las embestidas estéticas de Pablo Iglesias agasajando a Waterloo, precisamente en la recta final de la campaña.  

Algunos de los colaboradores de la Albiach, sin embargo, achacan lo que Rodriguez de Lecea llama la ´severidad´ de las urnas a la «polarización» de la campaña. Excusas de mal pagador.

 

4.--- Algunos efectos colaterales, con cierta relevancia, de estas elecciones. Pedro Sánchez puede atribuirse que fue él quien propuso que Illa se presentase como candidato por el PSC; de manera que, por la parte que le pueda tocar, Sánchez sale fortalecido por partida doble: a) sitúa a su partido catalán como vencedor de los comicios y acalla a los viejos galápagos, que nunca mueren, de su partido; , y b) le levanta el gallo de manera inmisericorde a Casado casaseno.

El segundo beneficiado es Pablo Iglesias el Joven. De un lado, observa con fruición que el hundimiento de Ciudadanos aleja las posibilidades que él atribuía al PSOE de querer formar gobierno con Arrimadas; de otro lado, que Aragonès García corte el bacalao en la Generalitat sabe que le fortalece y sirve de contrapeso en su sus permanentes litigios con Pedro Sánchez. ¿Juego de Tronos? No, política de socarral, de vuelo gallináceo.  

 

Nota.--- Entradas anteriores sobre este particular asunto:  

Elecciones: gacetilla de urgencia (1)

Golpe al legitimismo de Waterloo (2)

 

 

Post scriptum.--- No fue Maquiavelo quien dijo que «Lo primero es antes». Fue don Venancio Sacristán

 

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