jueves, 11 de febrero de 2021

El independentismo es el perro del hortelano

Sea cual sea la correlación de fuerzas surgida de las urnas» --dicen los independentistas-- no habrá acuerdos con Salvador Illa. Así lo han firmado los estrambóticos de Waterloo, los confusos de Aragonès García y los esperpentos de la CUP.

Este es un veto «para poder hacer efectiva la república catalana», dicen los firmantes. Una ´república catalana´ que sólo está, imaginada, en las maquetas de los fantasiosos programas electorales como cebo para reclamar votos desesperadamente. Una engañifa que comparten los desunidos y confrontados independentistas.

No es ninguna sorpresa que Esquerra Republicana de Catalunya firme este veto con la derecha libertariana de los de Waterloo; es lo que ha hecho, casi siempre, este partido, siguiendo el semen de aquel Heribert Barrera, xenófobo, visceralmente anti comunista y anti socialista. Precisamente ese comportamiento, es lo que le ha llevado continuamente a ser el segundón del mayorazgo, con una actitud temerosa hacia lo que interprete, diga y haga el hombre de Waterloo. El populismo confuso de ERC –populismo de calisay-- sabe lo difícil que es competir con el nacional--populismo de Puigdemont, populismo de aguardiente.

ERC, hemos dicho siempre, es el partido europeo más confuso. De un lado exige (y consigue) la reanudación de la mesa de negociaciones con el gobierno de Pedro Sánchez y, de otro lado, veta cualquier tipo de negociación con Illa tras las elecciones del domingo. Sólo admite las conveniencias que le favorecen.

Este es, además, un veto que por elevación se dirige también contra los Comunes. A menos que estos acepten lo que se les eche, cosa –quiero creer--  bastante improbable. Esta, así pues, es una manera de decirle a Jéssica Albiach que si quiere formar parte del govern catalá debe sumarse a los planteamientos del independentismo. En realidad ya falta menos para saber cómo empieza y cómo acaba este grotesco vodevil.

Los Comunes no lo tienen fácil. Esta es una organización que todavía sufre las consecuencias, de un lado, de las heridas de la huida de Nuet y Alemany a otras praderas alimenticias  y, de otro, del desistimiento de Lluis Rabell y Joan Coscubiela. Y, por si fuera poco, Albiach ha tenido que hacer encaje de bolillos para que le afectara lo menos posible las salidas de pata de banco de Pablo Iglesias el Joven, que benefician a casi todo el mundo (independentistas incluidos), menos a ella. Definitivamente, apuntar contra Illa es avisar a los Comunes. A ellos también pueden aplicar el «factor K». Busquen en google qué es el factor k y el PCI

En conclusión, el independentismo es como el perro del hortelano: ni arregla ni deja que los demás arreglen las cosas. De momento, y antes de tiempo, Pastas Gallo se ha ido con los espaguetis a otra parte. No he oído a nadie comentar esa desgraciada noticia. Es normal: las preocupaciones están en la personalidad del ablativo absoluto y sus relaciones con la prosopopeya perifrástica.

 

Post scriptum.--- «Lo primero es antes», se empieza a oír ya entre los votantes de Illa, recordando a don Venancio Sacristán.   

 


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