Nuria de Gispert,
conspicua exponente del independentismo (sector de sacristía) ha vuelto a sacar sus incorregibles dedos a
pasear por los teclados de twiter. Su argumento: si Cataluña fuera independiente,
en esta crisis morirían menos catalanes.
El
post de Paco Rodríguez de Lecea en su blog Punto y Contrapunto me ahora mis comentarios. Esta señora hace tiempo que se ha impuesto la penitencia de
arremeter contra todo lo humano que huela a España posiblemente para hacerse
perdonar sus pecadillos de juventud y primera madurez. Es la fe, real o
aparente, de los marranos para hacer estridentemente explícito que su
conversión (en este caso al independentismo) fue sincera. La fe de todos los
carboneros del mundo.
La
Vanguardia es un periódico que para ciertas cuestiones me parece altamente
fiable. Todo (o casi todo) se mira con atención. Por ejemplo: «La Generalitat
tarda diez días en parar sus obras pese a pedir el confinamiento total», afirma
el rotativo barcelonés en la edición de hoy.
A
ver si lo entiendo: el diligente Torra exige al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que cierre a cal y canto toda la geografía. Un
gigantesco compartimento estanco. Pero lo que depende de él mismo –del pastueño
Torra— ni mentarlo: lo que exige a los demás no se lo aplica a sí mismo. O peor
todavía: como no se le hace caso denuncia al Gobierno ante las autoridades de
Bruselas. Que, con desacostumbrada presteza, responden apoyando a Sánchez. Eso
es ir por lana y salir trasquilado.
En
todo caso, me malicio, que las críticas del laborioso Torra son una especie de
chantaje. Más referida a las cuestiones de intendencia que a las propiamente
políticas. Algo parecido a la gramática parda incipiente que aprenden los niños
chicos: quien no llora no mama.
Torra
o la personificación de la incompetencia disfrazada de militancia espasmódica al
servicio del independentismo cátaro. De Gispert o la encarnación de la
irascibilidad e una anciana que aprendió esas malas artes en un colegio de
monjas y depuró su estilo en aquella sacristía democristiana. Los dos –tanto
monta, monta tanto— son la expresión de la decadencia de un sector de la sociedad
catalana, el de las diversas militancias independentistas.
P/S.--- Salgo al balcón cada dos horas a mirar en
lontanaza diez minutos, es bueno para la vista. Y de paso tomo el Sol, es aconsejable
recargar vitaminas.
Oído cocina.
Ha aparecido un blog realmente insólito. Se llama El
desierto de los tártaros. Según parece sus autores –mediante el uso del olvidado
género epistolar-- intentan reflexionar
sobre algunos asuntos de y en estos tiempos del cólera y de la cólera.
https://desiertodelostartaros.com/
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