lunes, 2 de marzo de 2020

El giro: Pablo Iglesias rectifica


¿Cuándo empezó el viraje de Pablo Iglesias, el Joven? Este boccato di cardinale se lo dejamos al paladar de los politólogos con punto de vista fundamentado. En mi opinión el giro empieza a manifestarse con cuentagotas en el libro Nudo España (Arpa Editores, 20l8) dialogando con el maestro Enric Juliana. Allí se inicia una micro discontinuidad que, a mi entender, trasciende la parte más granítica de los dos Vistalegre. Con Podemos en el gobierno se abre un nuevo ciclo del joven partido.

Se prepara la tercera Vistalegre. La prensa nos da dos fogonazos del programa que ya está circulando: a) eliminación del tope salarial de 2.850 euros mensuales y b) tampoco habrá tope para los mandatos de los cargos electos. Posiblemente serán motivo de amplias discusiones, aunque la cuestión personal tal vez facilite la aprobación de ambas propuestas. Vayamos por partes.

Nunca me pareció deseable el tope salarial que establecieron congresualmente los podemitas. Tiene aires de franciscanismo primitivo. Eran escrúpulos poco convincentes y, me malicio, de cara a la galería. Se hizo para provocar una relación sentimental con los jambríos. Que ahora no haya escrúpulos demuestra que los topes eran estética y sólo estética.

Los cargos de Podemos podrán superar los doce años de mandatos. Yendo por lo derecho: no me parece acertado. Es más, si se me permite la observación diré que se trata de una involución. Todavía más, la eliminación de ese tope de mandatos podría ser el germen de un eternizarse –por la vía estatutaria--  en los cargos institucionales y de partido. Sería la madre de la patrimonialización del partido. Y, simultáneamente, la consolidación de una paradoja: Podemos es un partido con un programa fresco, pero con una organización, quizá, un tanto administrativa. En todo caso, siempre nos dijeron algunos sabios que debe haber concordancia entre el proyecto político y la intendencia.

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