miércoles, 11 de marzo de 2020

Las ocurrencias de la CEOE y otras por el estilo


La CEOE parece estar reñida con el pensamiento lógico. Ha razonado con este estilo: «Era de noche y, sin embargo, llovía». Da la impresión que lo suyo es un almacén de anacolutos y paralogismos al por mayor y al detall. Que sea de noche no impide ni favorece que llueva, como bien sabía nuestro padre Noé –enólogo y naviero-- en sus buenos tiempos. Lo traemos a colación por las primeras ocurrencias que ha puesto Antonio Garamendi, presidente de la CEOE para luchar contra la pandemia del coronavirus.

Garamendi plantea: que no se toque la reforma laboral, que se fomenten políticas de aligeramiento de las plantillas, facilidades para los expedientes de regulación de empleo y una bajada de tributos. Era de noche y, sin embargo, llovía. Sánchez Llibre, presidente del empresariado catalán, se ha apuntado con entusiasmo.

Cualquier estudiante de primero de Filosofía se llevaría las manos a la cabeza ante el vínculo que Garamendi establece entre no tocar la reforma laboral y la lucha contra el coronavirus; también cualquier cabo furriel de Infantería de Marina se quedaría pasmado ante tan estrafalaria manera de razonar. Y, aprovechando que el rio Genil pasa por Santa Fe, la ciudad cuatriarcada,  volver a los tiempos de la motosierra. Aunque seguramente el estudiante y el furriel caerían en la cuenta de que se lanzan estas ocurrencias a ver si cuelan.

A ver si cuelan. Y es que hay gente que necesita creer lo que le echen. Los terraplanistas son un ejemplo de ello. Lo son los hipotéticamente infectados por el subjefe del partido tres veces ultra: la culpa del contagio no la tiene el contagiador sino Pedro Sánchez que no impidió el acto. Lo son también quienes creen a pies juntillas que Colón, Cervantes, Shakespeare y Leonardo da Vinci son catalanes, tal como se dijo en un documental que subvencionó Tv3% con 184.000 euros. Sin embargo, hasta los indios misquitos saben que esa ocurrencia (los 184.000) euros era una comisión para cualquier entidad patriótica.

P/S.---  Créanse, sin embargo, que ayer compré el libro “M. El hijo del siglo”, de Antonio Scurati (Alfaguara). Me lo recomendaron los profesores Javier Aristu y Javier Tébar.

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