sábado, 14 de marzo de 2020

Aznar y sor Patrocinio en esta crisis




«Más vale honra sin barcos que barcos sin honra». Los viejos libros de texto de antañazo atribuían esta frase al almirante de mares abiertos Méndez Núñez que sufrió una estrepitosa derrota en Callao. Lo contrario podría haber dicho el contralmirante de bajura  José María Aznar: «Más vale deshonra sin virus que virus con honra». Justamente el mismo que, en un arranque de peristalsis neuronal, dejó sentado que a él nadie le ordenaba el límite de velocidad ni marcaba la cantidad de vino a la hora de conducir. Lo contrario sería estar –según el Aznar Chico-- «atrapado por la ciencia». Un concepto que hubiera hecho llevarse las manos a la cabeza al bueno de Max Weber.

Aznar y familia, en plena crisis del coronavirus y con recomendaciones clarísimas, deja Madrid --´su casa´-- y pone rumbo a Marbella. Seguramente ha calculado que el índice de probabilidades del contagio es menor cabe el Mediterráneo. A él nadie le sugiere, indica u ordena qué debe hacerse. Y si hay un imprudente que lo hace, este caballerete se lo pasa por la cruz de los pantalones. «España y yo somos así, señora», según nos dijo teatralmente aquel felizmente olvidado Eduardo Marquina, que sentenció que en Flandes nunca se había puesto el Sol.

Parecía difícil que el hombre de las Azores no se superara a sí mismo. Lo ha hecho en esta ocasión. Él y sor Patrocinio ya están tan ricamente en Marbella mirando el mar «bajo el palio sonrosado de la luz crepuscular».

En la cara opuesta son ya no pocos los ejemplos que la ciudadanía está dando de solidaridad y responsabilidad: médicos jubilados que se reincorporan para echar una mano, estudiantes de medicina que se ponen a las órdenes de las autoridades sanitarias, jóvenes estudiantes que se ofrecen de canguros para cuidar niños. Y –dejadme exhibir con orgullo--  lo siguiente: los liberados sindicales de CC.OO. de Menorca, Federación de Sanidad, se ponen a las órdenes de la Dirección General de la Salud para lo que sea menester. Algo incomprensible para los Aznar.  







No hay comentarios: