viernes, 12 de junio de 2020

Cataluña: equilibrio de esperpentos



Me da la impresión que la pintoresca acción política catalana de hace algún tiempo se ha convertido en un traqueteo espasmódico de situaciones esperpénticas. Los protagonistas de ese singular teatrillo, en realidad un tío vivo,  son Esquerra Republicana de Catalunya y los post post post convergentes. La oposición mantiene testarudamente su reincidente ataraxia viendo con pasmosa pachorra, «en el salón del ángulo obscuro … silenciosa y cubierta de polvo», el vodevil que representan los independentistas.

Ya hemos dicho en otras ocasiones que este conflicto es, también, el resultado del fracaso –ahora ya definitivo-- del procés, también muestra la ausencia del qué hacer en esta coyuntura. Primera conclusión provisional: los políticos, y sobre todo los aprendices de políticos, que quieran ir de farol a partir de ahora saben a qué se arriesgan. Los ríos catalanes no son el Mississipi donde lucir sus tiernas aptitudes de becario de tahúr.

Estamos ante una legislatura que, según hemos comprobado ahora, nació muerta. Su cometido fue el lanzamiento de proclamas contra «el invasor». Ahora, lo que quiso ser terne aparece definitivamente chuchurrío. Posiblemente sin la pandemia se habrían producido elecciones autonómicas anticipadas. Tal vez, el Tribunal Supremo habría descabalgado al diligente Torra. Tan activo como aquel Honorato de la Sardá

Torra se ha convertido incluso en un marmolillo para su propio partido, Junts per Cat y en un inconveniente para ERC. Con este caballero los post post post convergentes  no pueden derrotar a los de Junqueras; a su vez, ERC entiende que para qué va a quemarse hundiendo a Torra si, dentro de poco, el Tribunal Supremo, lo mandará a freír espárragos. Así pues, equilibrio de esperpentos que mantiene a Torra en la cathedra de Jordi Pujol.

Más todavía, los post post post convergentes no pueden desembarazarse del tan repetido Torra porque sería tanto como reconocer que este personaje ha sido pieza clave de su historiado fracaso.  Y los de ERC temen como a una vara verde aparecer ´ante la Historia´  como los responsables de una ruptura definitiva del independentismo catalán. Equilibrio de esperpentos.

Y, sin embargo, me huelo que las elecciones autonómicas catalanas, cuando se rompa el equilibrio de esperpentos con o sin la sentencia del Tribunal Supremo, tendrán este olor –o ausencia de ello, según Vespasiano--  de los fondos del plan de reestructuración que vienen de Europa.

Addenda.---  Los maestros de aquella confusión, seguramente sin mala intención, hartos de no aparecer en pantalla reaparecen en escena. El tink thank Soberanies –nuevo redentorista de la izquierda--  ha venido a este mundo, no sabemos si con una hogaza de pan bajo el brazo o con una tenora. Mis mejores deseos.    

P/S.---  Gloria a Rosa Maria Sardá

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