Las
derechas de caspa y brillantina están dando una muestra clara de la pobretería
de sus expedientes académicos. Así las cosas, digamos que la formación
intelectual de estos dirigentes deja mucho que desear. Lo que se refleja en sus
discursos, plagados de anacolutos y solecismos, siempre necesitados de un guión
–chuleta en términos estudiantiles—para
salir del paso. La caspa y la brillantina no casa bien con la cultura. Por lo
demás, da la impresión que, tras la irrupción de Podemos
en la escena pública, la casta y la brillantina necesitan exhibir unos títulos académicos
adquiridos en las casetas de feria de los ahora llamados chiringuitos
universitarios. Las potentes tesis doctorales de Pablo
Iglesias e Íñigo Errejón han empujado a ciertos
políticos de las derechas patrias a no querer ser menos. Casquería académica.
De
hecho, Podemos es en parte heredera de una tradición de estudiantes anifranquistas
que lucieron un palmarés académico de primer orden. Eran los fundadores del
Sindicato democrático de Estudiantes de mediados de los años sesenta. Paco Fernández Buey fue uno de los emblemas más
brillantes de aquella generación. El primero en sacar las mejores notas, el
primero en hablar en las asambleas, el primero en la cabeza de las
manifestaciones, el primero en organizar el PSUC
en la Universidad. El primero en buscar el engarce con el nuevo movimiento de Comisiones Obreras. La transformación de la sociedad y
la acción política no se podía hacer –no se puede hacer—sin su necesario
esfuerzo intelectual. Hubo muchos más en Barcelona y Madrid, pero a mi edad la
memoria no responde en algunas ocasiones.
Ahora,
los políticos de la caspa y la brillantina compiten entre sí a ver quién lanza la
chocarrería más vulgar al mercado mediático. Ni siquiera tienen como punto de
referencia la potencia cultural de los líderes conservadores de antaño:
Churchill, De Gaulle y Alcide De Gasperi,
entre otros. Unos líderes a los que combatimos y respetamos, pero que eran de
otra pasta. La caspa y la brillantina no merece ningún tipo de respeto.
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