Francesc Marc Álvaro, intelectual catalán –independentista moderado
si lo comparamos con otros de sus correligionarios-- ha escrito hoy en La Vanguardia un artículo
que titula Lo dice Federico Sánchez.
Como todo el mundo informado sabe, Federico Sánchez era el legendario nombre de
guerra de Jorge Semprún. Álvaro nos cuenta que recientemente ha
revisitado la película La guerre c´est
fini, de la que Semprún es guinista. Y, aprovechando que el Llobregat pasa
por Cornellà, recomienda al independentismo que siga el consejo que el
protagonista de la película (interpretado por Yves Montand)
daba a un grupo de militantes comunistas: lo principal que necesita todo revolucionario es “la paciencia”. Esto
es lo que Álvaro recomienda a sus amistades políticas. De donde sacamos la
conclusión de que, desde una voz partidaria e informada, se piensa que las
cosas se están haciendo de manera aturrullada y espasmódica.
Alvaro cita una enseñanza de Jorge Semprún. Una
cita selectiva, se diría. Sin embargo, no desea recordar la animadversión que
sentía por los nacionalismos. «El nacionalismo sea francés, catalán, húngaro o
eslovaco pone ante todo lo suyo, lo excluyente, lo auténtico, se niega a la
diversidad y no admite las realidades históricas». Son palabras lúcidas de un
intelectual comprometido. Un hombre que, por pensar con su propia cabeza, fue
expulsado del Partido Comunista.
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