martes, 30 de enero de 2018

Sindicato de los derechos, sindicato de solidaridad: el 8 de Marzo (2)


Sindicato de los derechos, sindicato de la solidaridad. Esta es, a mi entender, la base de la convocatoria de las movilizaciones ya convocadas para el próximo 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer trabajadora. Es, además, el basamento de lo que podríamos referir como «sindicato general», a saber, el que representa y tutela a todas las personas –mujeres y hombres-- del trabajo subordinado. Lo que nos lleva a una reflexión que tiene tintes inquietantes.

Mientras se mantengan déficits en los derechos o en el ejercicio de los mismos el sindicato será parcialmente general. En ese sentido, parece claro que el sindicalismo –al menos en lo atinente a la mujer trabajadora--  ha tenido no pocas limitaciones. De hecho, la historia del sindicalismo ha sido escrita, por lo general, en masculino. A pesar, incluso, de las importantes e históricas huelgas que ha sido protagonizadas por mujeres.

Hubo un momento, hace ya muchos años, que CC.OO. formuló que es un «sindicato de hombres y mujeres». Sin embargo, no se construyó un proyecto concreto para tal fin. Ni en los órganos de representación interna del sindicato, ni para sus representantes en los comités de empresa. Tampoco para la negociación colectiva. La cosa quedó en mera, aunque importante, insinuación. Las estructuras y los contenidos de los convenios seguían estando en masculino. El peso de la inercia de la historia lo frenaba todo. Estas auto limitaciones explican, al menos en gran medida, que hayan aparecido colectivos --sindicales o parasindicales-- de mujeres desligados de las organizaciones confederales.

Pero, de un tiempo a esta parte, no pocas mujeres han decidido ir al abordaje del sindicato. Desparpajadamente al abordaje. Ya no se trata de admitir el estatuto concedido --«sindicato de hombres y mujeres»--  sino de conseguir un nuevo ordenamiento: la paridad real, sin concesiones graciosas masculinas ´desde arriba´ burladas con subterfugios. Un nuevo ordenamiento, digo del sindicato tendencialmente general. 

De hecho, en los últimos congresos sindicales se ha podido constatar el número de mujeres que ocupan puestos de la mayor responsabilidad así en organizaciones territoriales como en las federativas. Un abordaje ciertamente incompleto pero que, afortunadamente, ya no tiene vuelta atrás.

Así pues, el 8 de Marzo, con sus reivindicaciones frente a nuestras contrapartes, tiene también una exigencia en el interior del universo sindical. A saber, la remoción de todos los obstáculos que le dificultan ser un sujeto plenamente general. Todo se andará, me dice la experiencia. 


Atentos a la curiosidad.-- La palabra sindicato proviene del griego clásico Συνδηκου (síndikou), un término que empleaban los griegos antiguos para denominar al que defiende a alguien en un juicio, al protector. Vale.


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