He perdido la cuenta de los
dirigentes soberanistas que, tras su paso por el juez, han terminado rectificando lo dicho hasta
ahora. Primero fue la señora Forcadell,
después vino otra saga y, finalmente, ayer los dos Jordis y otro alto dirigente se auto enmendaron
la plana. Giro de ciento ochenta grados. Concretamente, descartan una
declaración unilateral de independencia y afirman que el único referéndum legal
será aquel que estipula la Constitución.
Pues vale. Pero para llegar a
esas conclusiones ¿era preciso montar, con perdón, ese pollastre de collons? Porque sus consecuencias han sido enormes. Dice
el viejo refrán que «rectificar es de sabios». Tal vez habrá que añadirle una
coletilla: «y de necesitados».
Daniel Martín, que fuera un brillante secretario de Organización de
Comisiones Obreras de Cataluña se felicita
inteligentemente de estas rectificaciones. Y al mismo tiempo reclama, vía
facebook: «sería
bueno para la salud mental que aquello que han declarado los líderes del procés
en el Tribunal se lo djjeran también a sus fieles. Ayudaría a rebajar la tensión». Daniel Martín, el sabio
de Dehesas Viejas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario