sábado, 14 de diciembre de 2019

Miquel Iceta supremacista, según Lambán




Lambán y Paje son dos altos dirigentes del PSOE y, a la vez, presidentes de dos comunidades autónomas, Aragón y Castilla La Mancha. Ayer decíamos que se empeñan tesoneramente en mantener la llama sagrada de aquel feroz OK Corral que dividió a los socialistas y defenestró a Pedro Sánchez. Una inquieta pareja que ha podido constatar lo inane de su influencia en su partido: de una parte, los viejos galápagos que, aunque nunca mueren, ahora pasean su soledad de uno en uno sin que nadie tenga un amago de caridad simulando hacerles caso; de otra parte, parecen destilar un amargo nerviosismo al ver que el socialismo periférico, perdida la batalla interna, se alinea con mayor o menor agrado en las tesis oficiales. Amargo nerviosismo de sentirse más solos que la una.

Nerviosismo que conduce en el caso de Paje a posturas con hedor de cantina de cuartel.  «Que desea por encima de todo que los Magos no le traigan vaselina de regalo. La alusión parece transparente: si es de necesidad que se la hinquen por retambufa, el honorable barón prefiere que sea al modo viril, sin “facilitaciones” ni amaneramientos que solo pueden llevarnos a perder la recia tradición carpetovetónica de dar (y tomar) por culo todo lo que se pueda y más» (1).

Nerviosismo –o más bien delirium tremens— en el caso del bizarro Lambán. Quien encaja a las mil maravillas con el famoso dicho del joven Churchill de que sus peores enemigos no estaban en el Labour sino en su propio partido. Pues bien, es tal la pérdida del oremus de este encomendero aragonés que ha declarado que Miquel Iceta es un «supremacista» (2). Ni siquiera en aquel Ok Ferraz se dijo un disparate de esta envergadura. 

Por lo general un conflicto siempre da de comer a otro conflicto. Con lo que esta monumental bronca puede llevar al socialismo español a otra desestabilización, que sería peor que la anterior por el contexto político actual. Cosa que se supone saben los dos encomenderos, aunque tal vez es lo que pretenden.  

Misticismo patriótico.  

  






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