Xavi Hernández tiene
una rareza anatómica: sus neuronas están justo al lado del calcañar. Tal vez
por ello se ha distinguido como uno de los futbolistas más competentes desde
los tiempos de Samitier: clave de bóveda de la Roja y maestro del cartabón en el mundial de Sudáfrica. Y hasta
aquí puedo leer.
Xavi
Hernández acabó su brillantísima etapa en el fútbol español y, ejerciendo su
derecho, emigró a Catar en patera de oro a seguir amasando parné. En tan
fértiles tierras su cerebro fue desplazándose de su lugar habitual a, como
hemos dicho, el calcañar. De la prudencia que siempre ostentó pasó a la
exhibición de una retórica siempre elogiosa a Catar y sus autoridades. «La
gente es feliz y está encantada con la familia real», afirmó sin ruborizarse
recién llegado. Catar bien vale una misa.
Tan
afamado centrocampista ha declarado, días pasados, que "No vivo en un país democrático, pero
creo que el sistema de aquí funciona mejor que el de allí [España]", ha
declarado al diario 'Ara' cuando le preguntaron si ejercerá su derecho al voto
en las elecciones generales de noviembre. "Tendré que votar, claro. Quiero
lo mejor para mi futuro y el de mis hijos. Y lamentablemente veo que España no
funciona de la mejor manera".
Hernández nos debe una explicación: ¿qué es lo que funciona mejor en Catar que en España: el sistema sanitario, la enseñanza, o qué? Por de pronto el sistema español le permite votar, cosa que el futbolista anuncia que hará en noviembre, algo que nadie ejerce en Catar. Suerte de sus habilidades en el fútbol. En caso contrario hubiera pasado de la Adoración nocturna a engrosar los CDR, sector moqueta. En resumidas cuentas, el mejor centrocampista desde los tiempos de Panizo, es un patán diplomado.
Hernández nos debe una explicación: ¿qué es lo que funciona mejor en Catar que en España: el sistema sanitario, la enseñanza, o qué? Por de pronto el sistema español le permite votar, cosa que el futbolista anuncia que hará en noviembre, algo que nadie ejerce en Catar. Suerte de sus habilidades en el fútbol. En caso contrario hubiera pasado de la Adoración nocturna a engrosar los CDR, sector moqueta. En resumidas cuentas, el mejor centrocampista desde los tiempos de Panizo, es un patán diplomado.
P/s.-- Mi padre era el único santaferino que hablaba
bien de Panizo. Los demás le criticaban porque retrasaba el balón cuando no
tenía a nadie por delante a quien pasarle la pelota. Cuando se vio en el No-do
a los brasileños en el mundial de Suecia mi padre, ufano, les dijo a sus
amistades: ¿Lo veis, juegan igual que Panizo?
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