domingo, 8 de septiembre de 2019

Dos sugerencias a Podemos


Pablo Iglesias el Joven ha reiterado, y ha hecho decir a sus parciales, que «Pedro Sánchez le humilla». De esta guisa los de Podemos están transmitiendo que su dirigente y la organización son tan extremadamente débiles que no pueden impedir ser humillados. Es chocante la lucidez que algunos politólogos parecen tener con relación a los demás y la vista cansada a la hora de analizarse a sí mismos. De donde se infiere que un buen doctorado en ciencias politológicas no necesariamente conduce a una política que esté a la altura de ese doctorado.

No es fuerza lo que Iglesias trasmite. Es debilidad y sentirse asediado. Lo último que puede hacer una organización política es dar una paupérrima impresión de su fuerza, y menos todavía cuando está negociando. Esto no se aprende en ninguna academia, es algo de cajón. Tampoco su contrario es recomendable. En concreto, aparentar que eres tan fuerte que te vas a comer el mundo tiene un corto recorrido. Cosa que tampoco se aprende en ninguna universidad, sino que cae por su propio peso.

Una segunda sugerencia a Pablo: no es bueno para mi paladar usar la técnica de provocar la lastimica en política. «Nos humillan» huele a eso. La lastimica a lo máximo que llega es a concitar compasión, que poco tiene que   ver con la solidaridad en estos casos. En resumen, ni franciscanos ni fanfarrones. Eso sí, nunca debe exhibirse el propio talón de Aquiles ante nadie. Para eso ya está Quim Torra que muestra generosamente su déficit de neuronas ante propios y extraños.

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