sábado, 14 de septiembre de 2019

Señor Rey, no borbonee



«A mí no me borbonea nadie», era una frase recurrente de Miguel Primo de Rivera, el Espadón de Jerez de la Frontera. El dictador aludía a la práctica reiterada de Alfonso XIII de meterse donde constitucionalmente no le correspondía. El borboneo fue una lacra de la vida política española que trajo tragedias para el país como el Desastre de Annual y otras. Es una lástima que los venerables señores de la Docta no hayan considerado elevar borboneo a categoría de palabra académica. Aún estamos a tiempo para que figure en el DRAE.

1.--  Poco acertado ha estado Iglesias cuando ha pedido al sexto Felipe que «medie» cerca de Pedro Sánchez en la dirección de un gobierno de concentración. A decir verdad, el dirigente podemita repetía lo que, horas antes, había formulado Aitor Esteban (PNV) en la misma dirección. La cosa se presta a chascarrillo: un republicano y un nacionalista esperan que el Rey solucione el problema. Pero como diría un castizo lo que no puede ser no puede ser y además es imposible.

Imposible porque, a juicio de no pocos  constitucionalistas, el Rey no está autorizado a «mediar» en esos menesteres. Más todavía, porque todavía está fresca la memoria de los estragos del borboneo del decimotercer Alfonso. Pedir al rey que meta mano en ese asunto podría abrir un precedente e incluso la reaparición de un estilo (estilo viene de estilete) marrulleramente anticonstitucional. Con una diferencia: a Alfonso Trece nadie le pidió que borbonease; al sexto Felipe se lo han pedido, hace tiempo, Alberto Rivera, pollavieja diplomado, y ayer mismo un bilbaíno y uno de Vallecas.  Y eso  crea un precedente.

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