El
Tribunal Constitucional nos debe una explicación, y más en concreto el que
fuera su presidente, Francisco
Pérez de los Cobos. Este es un país en que por unas u otras cosas todo
se acaba sabiendo. Eso sí, tarde. Pero que, a pesar de ello, más de uno queda
con su culo al aire.
Lola García ha publicado un libro, El naufragio (Península) que en un mes
va por la tercera edición. Es el naufragio de la quimera catalana del
independentismo. Es un libro más que recomendable si se quiere estar al tanto
de los meandros catalanes.
La
autora nos explica, en la página 72, que en tiempos de Pérez de los Cobos al
frente del Tribunal Constitucional se produjo un encuentro bastante chocante: se reunió con Artur Mas, presidente de la
Generalitat, con la idea de «acercar posiciones». Quienes conocen a
Pérez de los Cobos saben perfectamente que este caballero es incapaz de tomar
una decisión de ese calibre sin consultarlo con el hombre de Pontevedra,
presidente del Gobierno. Curiosidades: el secreto del encuentro fue guardado
con siete sellos. Más viajó a Madrid en coche y el encuentro se celebró en un
convento de monjas. La madre superiora era amiga de la secretaria personal del
presidente del TC y todavía no ha abierto los labios. Más todavía, tras la
publicación del libro ni Pérez de los Cobos ni Rajoy han desmentido la noticia.
Artur Mas tampoco.
Imagínense
ustedes que se produzca una cosa similar bajo el mandato de un presidente
socialista –de Pedro Sánchez, sin ir más lejos.
Las derechas carpetovetónicas habrían puesto el grito en el cielo y exigido
tumultuosamente por enésima vez la dimisión de Sánchez. La ley del embudo. En
Granada Elvira, en Sevilla doña Elvira. Doble palabra, doble moral y doble
contabilidad.
Nota
bene. En la foto tienen ustedes un fragmento del plano de Madrid con los
conventos de monjas. En uno de ellos se produjo la reunión clandestina.
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