jueves, 1 de abril de 2021

Pablo Casado, telonero de Ayuso


 

Cualquier cosa que diga Pablo Casado –o que le hagan decir— ya no nos sorprende ni poco ni mucho. Los escribas sentados que redactan sus discursos y ocurrencias están preparados para rebozar con su debido chilindrón los prontos del presunto dirigente del Partido Popular.  Los escribas sentados y no digamos de esas figuras todopoderosas del jefe de gabinete, asesor y similares, dado el carácter institucional de los partidos, forman parte ya de esa noblesse d´Estat de la que tanto habló Pierre Bordieu. Se trata de una nueva categoría social que ya tiene unas considerables dimensiones, a la que se accede mediante la técnica del ´fichaje´.   

Pues bien, este Casado, sacando forraje informativo para esta Semana Santa, nos dice –o le hacen decir sus escribidores--  que «liga su futuro al de Ayuso para impulsar su carrera a la Moncloa». Son las cosas de Casado, dirían algunos matarifes no diplomados. De ninguna de las maneras. Es toda una declaración solemne de intenciones. Algo insólita, según los cánones al uso, porque da la impresión que el comandante de la nave se pone a las órdenes del contramaestre. Chocante, porque nuestro personaje se convierte en telonero del concierto que dé Covadonga Ayuso. Casado, espolique de Ayuso.

Todo podría estar calculado, incluso si Ayuso pierde las elecciones y no pueda formar gobierno. Casado sería fiel a la vieja enseñanza que proclama que ´las promesas sólo comprometen a quienes se las creen´. Si Ayuso se estrella, es un poner –y algo que deseamos vivamente-- Casado desfiguraría la promesa, naturalmente siempre al servicio de España.

Con todo, Pablo Casado no parece darse cuenta de que, en su regazo, está consolidándose una dirigente política que –tomada a chacota por unos y despreciada por los más— le pondrá en apuros, sean cuales fuesen los resultados de las elecciones madrileñas que están a la vuelta de la esquina. Pues, sí: Ayuso tiene toda la pinta de ser más peligrosa que la corruptamente chulapona de Aguirre y más incisiva que aquella aficionada a los cosméticos de baratillo, la Cifuentes.

Con Aguirre y los anteriores presidentes madrileños estaba garantizado que funcionaría una potente corrupción doméstica. Con Ayuso podría iniciarse un proceso (procés) similar al de las partículas de la física cuántica: Madrid estaría simultáneamente dentro y fuera de España.

Situación realmente nueva: Cataluña impide hacer la siesta al gobierno; Madrid provoca que el gobierno no concilie el sueño por la noche.

 

Post scriptum.---  «Lo primero es antes», afirma don Venancio Sacristán.

Ya les diré a ustedes cuándo me avisan para la vacuna: me acerco a los ochenta años, he pasado dos operaciones de cáncer en los dos últimos  años… ¡y sin noticias de Gurb! Ustedes dispensen, si no miro por mí ¿quién lo hará?

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