domingo, 18 de abril de 2021

Cataluña: «Buenos días». «Manzanas traigo»


 

El independentismo catalán se haya instalado en una fase de esperpento que causaría hilaridad si no fuera por la gravedad del asunto. Òmnium reclamó ayer a Esquerra Republicana de Catalunya «que no derroche el resultado histórico del 14 – F». La respuesta de Aragonès García fue reclamar a Waterloo un «paso definitivo» en las negociaciones para el reparto de la túnica sagrada. Diálogo para besugos como aquellos míticos que publicaba el humorista Armando Matías Guiu: «Buenos días, caballero». «Manzanas traigo». Hace tiempo que Òmnium no está en sus cabales.

La política tiene una extraña relación con el calendario: las fechas históricas se multiplican a cascoporro. Cualquier acontecimiento, incluso el más insignificante, puede ser elevado a categoría de ´ histórico´ sin que por ello se le exijan demasiadas cuentas a quien exagera tan caballunamente. Ahora bien, conviene contar con un tantico de sentido común para evitar hacer el ridículo. Y como mínimo tener cierto buen manejo en las cuatro reglas de la aritmética. Porque si los socialistas de Salvador Illa han sido el partido más votado, sobrepasando a ERC y a Waterloo, afirmar que dicha jornada ha sido histórica podría ser el estribillo de aquella canción infantil: «Por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas». Aunque, como es sabido, el estatuto epistemológico de la mentira permite –y, a veces, exige-- clamorosas licencias en el discurso político, pero no es conveniente exagerar en demasía.  

En todo caso, Aragonès García, reclamando un «paso definitivo», podría ser consciente de las dificultades de compatibilizar lo que Òmniun le exige a los dos partidos independentistas más importantes: «Una estrategia compartida y ganadora». No solo no hay tal, sino que se ha trabajado para que no sea así. Oído cocina: Òmnium, inconscientemente, está reconociendo que todo el procés ha sido una martingala, no ha sido una ´estrategia ganadora´.

ERC ha puesto la independencia al baño María para acumular fuerzas, porque con lo se cuenta hoy no se llega ni a la vuelta de la esquina; ¿independencia?: la puntita, sólo la puntita. Waterloo, dividida en múltiples cáfilas –no bien avenidas entre sí y todas ellas pugnando por la primogenitura--  es incapaz de diseñar un proyecto que mínimamente pueda tener opciones de tirar adelante.

Así las cosas, puede ocurrir cualquier cosa. Porque el sentido de la responsabilidad de las tribus de Waterloo no es un valor cívico ni político en sus alforjas. Lo que les importa es dejar claro que, ocurra lo que ocurra, es debido a una actitud de gracia de Waterloo.

Pero –como señala con malafoyá santaferina Quim González--  cabe la posibilidad de que el día 23 se pongan de acuerdo, con la idea de llamarlo el Pacte de sant Jordi. Con música de Cançò d´amor i de guerra-

Vale.

 

Post scriptum.--- «Lo primero es antes» (Venancio Sacristán)

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