lunes, 11 de marzo de 2019

Jonqueras y Puigdemont a cara de perro


Ya los tenemos frente a frente. Por orden alfabético: Jonqueras versus Puigdemont. Las elecciones europeas serán el escenario de esta liza. El conflicto, político y personal, incrementará su diapasón. Les une gran cosa: la independencia de Cataluña, que no es poca cosa. Ahora bien, una vez levantada acta de ello, las cosas se desarrollan por caminos muy diferentes.

Junqueras, el santo Job de la paciencia; Puigdemont, el Divino impaciente, que querría llegar a la meta antes de sonar el pistoletazo de salida. Jonqueras, estoico; Puigdemont, aproximadamente dionisíaco. Son los líderes de dos formaciones políticas muy distantes entre sí. Esquerra, una organización tradicional  que cree en el sistema de partidos; Puigdemont, jefe de un movimiento oclocrático, de raíz neopopulista escarba en todos los recovecos de la sociedad catalana que definitivamente ha roto con casi todas las ataduras del viejo partido pujolista. Esquerra, un partido; los de Puigdemont, una partida.

Las elecciones europeas, así las cosas, sólo son una oportunidad para ver quién se lleva el gato al agua de la dirección de un itinerario que nadie sabe cómo encauzar.

1.--  En este fin de semana los estados mayores catalanes han dado a conocer sus listas electorales.

Los de Puigdemont han barrido en su casa. Los considerados renuentes al hombre de Waterloo (Campuzano, Xuclà y los suyos) han sido desplazados; se ha  impugnado la famosa ley del desgraciado Lavoisier: «la materia ni se crea ni se destruye, sólo se transforma».


2.--  Sorpresa en los Comunes. La dirección barcelonesa del partido de Colau  vota de manera insólita al candidato oficial a las elecciones generales, Jaume Asens, con más abstenciones que votos a su favor. 37 votos a favor, 38 en blanco. Dos bloques macizos en desacuerdo.  A pesar de este contratiempo, no parece que los Comunes reconsideren la candidatura de Asens. La nueva política tiene estas rarezas. 

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