Escribe El Dómine Cebra
Una gran mayoría de analistas
políticos dan por sentado que Trump
puede llevarnos a una gran catástrofe. Ciertamente, las primeras decisiones del
mandatario norteamericano indicarían que no se equivocan demasiado. Ahora bien,
dichos planteamientos son vistos con una concepción determinista o como si
fuera una ineluctable catástrofe natural. Y muy pocos han hablado de la
importancia de las movilizaciones en diversas grandes ciudades de los Estados
Unidos, empezando por la que se dio cita ante el Capitolio, lideradas por las
mujeres. Menos todavía se han analizado las importantes concentraciones en un
buen número de ciudades del mundo. Por supuesto, no han
impedido que el hombre rubio dé su brazo a torcer. Pero sí estamos en
condiciones de afirmar que Trump no es imbatible y que la presión ciudadana no
es tampoco calderilla.
Que Trump no consiga sus
objetivos dependerá de la presión de masas en los Estados Unidos y de la
postura de los gobiernos de la mayoría de países. Y esta postura dependerá, a
su vez, de las movilizaciones ciudadanas en cada país para obligar a sus
gobiernos a no ser la prótesis del hombre rubio. En otras palabras, aquí la
palabra la tiene esa dama tan inquietante como es doña Correlación
de Fuerzas. En todo ello tienen una enorme responsabilidad las fuerzas
democráticas y progresistas. Es decir, partidos, sindicatos, asociaciones y
todo aquello que se organiza activa e inteligentemente.
Avisamos: la resignación no es
una actitud pragmática. Es estúpidamente torpe. Dañina para quienes la
practican. Y recurriendo al tópico: ni apocalípticos, ni integrados. Ser
apocalípticos significa que la maldición bíblica llegará, y, por lo tanto, es
la antesala de la derrota. E integrados representaría que lo mejor en esta
ocasión es quitarse de en medio y cultivar florecillas en el jardín de cada campanario.
Ser pragmáticos quiere decir plantar cara. Se recuerda, por otra parte, el
famoso concepto de Pietro Ingrao: «indignarse no basta».
Me permito una sugerencia a las
izquierdas, al menos las domésticas: tengan en cuenta que la relativa pequeñez
de lo que se traen entre manos no es lo suficientemente relevante para frenar a
ese Trump.
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