lunes, 14 de junio de 2021

Novedades de ayer domingo


 

Ayer domingo se dieron dos situaciones que conviene comentar. Por orden de importancia, a mi juicio, serían las siguientes: una, los relevos de la dirección socialista en Andalucía y de Podemos; otra, la concentración de las derechas domésticas en la madrileña la plaza de Colón. 

Los relevos que se han dado tienen no poca importancia. En Andalucía se enfrentaban Susana Díaz, la heredera de las viejas esencias del socialismo meridional, tal vez definitivamente agotado, siempre con cara de pocos amigos con relación al grupo dirigente nacional, y Juan Espadas, alcalde de Sevilla. Nervios en el partido, así en Sevilla como en Madrid, pronósticos fallidos de los tertulianos de diversas ganaderías, augurando casi un empate. O el mismo partido no estaba suficientemente al tanto del estado de ánimo de la militancia o el nivel de cansancio de las bases con «lo de siempre» era superlativo. Victoria más que holgada de Espadas y batacazo de Susana Díaz.

Ahora bien, con ser importante y rupturista la victoria de Espadas, no hay que olvidar que en estas primarias no se ventilaba el control del partido, sino el cartel de las autonómicas andaluzas. Así pues, a nivel orgánico la cosa podría seguir como hasta ahora y, posiblemente, en breve veremos otra segunda ronda entre los espadistas y los susanistas  para conformar el grupo dirigente del socialismo meridional. Con todo, una cosa es clara: Pedro Sánchez tiene que haber respirado hondo al conocer los resultados; tendrá la cara más redonda en su entrevista de hoy con Biden.

Y relevo también en Podemos. Un cambio brusco donde los haya. No le será fácil suceder a Pablo Iglesias el Joven. En buena medida los podemitas lo han hecho difícil por su potente vínculo sentimental con Iglesias, que iba más allá del nexo político.

Todavía es muy pronto para ver, aunque los pronosticantes entrometidos ya se han tirado al ruedo, qué cambios de estilo impregna la joven dirigente Ione Belarra.

 

Y mientras se daban estos cambios, Colón se llenaba de gente, pero mucha menos que en su primera edición. La primera consideración es que las expectativas de la primera no se han cumplido: Pedro Sánchez, como la plaza de Alcalá, «ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo».

Menos gente y más confusión entre los lados del triángulo escaleno de la derecha. Y una consideración: hay una notable diferencia entre los jóvenes y los niñatos. Los jóvenes, estén donde estén, pueden cambiar las cosas; los niñatos, especialmente los que están en las tres derechas, sólo pueden cambiar el grosor de su billetera.    

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