viernes, 23 de abril de 2021

La victoria de Madrid el 4 M no es imposible

Tengo la extraña sensación de que la izquierda madrileña  concede  la victoria en las próximas elecciones a la derecha ultra de  la señora Ayuso porque  así lo manifiestan los augurios de los mentideros del arco iris de las parrillas televisivas del enjambre mediático patrio. El problema de fondo, según  parece, es que se atribuye a la izquierda que, primero,  poco tiene que rascar y, segundo, que sus intereses están en saber el orden  en que quedará el recuento de los votos.

Vale la pena señalar que todo ello se ha ido configurando sin datos, sino con sólo sensaciones y emociones que, de manera rutinaria, se han ido trasmitiendo  «de las musas al teatro», no necesariamente subvencionadas para primar a la derecha sino para apostar publicitariamente por un caballo ganador que aparentemente podía ser, según esos cálculos Isabel D. Ayuso. Serían los intereses autónomos de las corporaciones mediáticas de las emisoras de radio y televisión.

Sea como fuere, sería un  error caballuno que la izquierda madrileña diera por sentado, de entrada, que el 4 de Mayo el Partido Apostólico se hiciera con el matalotaje del Parlamento de la región de Madrid. Creer que será así tiene la misma lógica que confiar beatíficamente en la credibilidad de la profecía de la encuesta del CIS, dirigida por Tezanos.

Primeras conclusiones siempre provisionales: no necesariamente son infundados los rumores –ha leído usted bien, rumores— de que  la tal Ayuso puede ganar las elecciones. Ahora bien, el CIS habla también de rumores, que en este caso son contrastados. Atribuye un empate técnico a los litigantes.

Pero, sea como fuere, no sé muy bien por qué, pero tengo para mí que a más participación, mayor serán las expectativas de que las izquierdas ganen las elecciones del 4 de Mayo.

Ahora bien,  oído cocina: quien mantenga el espíritu a media altura no podrá levantar el gallo a la derecha.

 

 

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