jueves, 10 de diciembre de 2020

Meditaciones desde mi ambulancia (22)


 

Humor negro: mientras los gobiernos húngaro y polaco siguen sin dar su brazo a torcer por aquello de los fondos europeos contra los efectos de la crisis pandémica, aquí seguimos sin saber exactamente qué planes hay en marcha, quién los gestionará y demás quisicosas. Una pérdida de tiempo así en las orillas del Balatón como cerca del Manzanares. Tenemos una envidiable facilidad para crear problemas. ¿Qué sería de nosotros si no buscásemos las complicaciones? Si Occam hubiera vivido cerca de nosotros, su famosa navaja se hubiera declinado de otra manera: ante un problema búsquese siempre la solución más complicada y, sobre todo, más confrontada con las de los demás.

El conductor de mi ambulancia no es de esos. De casa al hospital y viceversa me lleva siempre por la diagonal, nunca por los catetos.

Humor del Trastévere: «Renzi declara la guerra a Conte». Me digo que Italia ha vuelto a su normalidad. Menos mal que hay sindicalistas de la talla de Gaetano Sateriale (1).  

De vuelta a casa. Observo con preocupación la desidia informativa de la Casa Real. Ni una palabra a los sables oxidados. Ni una palabra tampoco a la chocante regularización de Hacienda del rey emérito. Silencio en ambos casos. La Casa Real no dice ni oxte ni moxte. De seguir con esa abulia el principal damnificado podría ser el sexto Felipe. Y crearía una fuente de conflictos. En este caso, la navaja de Occam aconsejaría la opción más sencilla: informar. Aunque sólo fuera como un acto de atrición.  Aunque sea solamente para llevarle la contraria a los boyardos.

1)            https://www.ildiariodellavoro.it/adon.pl?act=doc&doc=77849&fbclid=IwAR3S-yC7_zwmqKxNvOWskQqctIj-OwxhvBHfd5b7Oe2_YZAboUl8FSOGlR0#.X9IFl9hKjIW

Post scriptum.--- «Lo primero es antes». Dijo don Venancio Sacristán liando un cigarrillo de picadura.


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