No
es la valentía la virtud de la que puedan vanagloriarse los militares ya
jubilados que se han alzado en whatsapp contra el gobierno progresista. No lo
hicieron desde los cuarteles porque eso significaba morder el polvo por el
castigo. Ahora, siendo paisanos usan y abusan de los viejos entorchados.
Ha
salido otro manifiesto de militares retirados. Lo encabeza un almirante, dos
tenientes generales y nueve generales de división. Así hasta 271 firmas. Es
cierto, son una ínfima minoría, pero el encabezamiento no es cualitativamente irrelevante. Por lo
demás, no sabemos hasta dónde llega el vuelo del moscardón y si hay algún
cuarto de banderas implicado. Lo que sí conocemos es que el Alto Estado Mayor
los tiene a raya.
Con
todo, si de valentía no pueden presumir, parece claro que tampoco tienen el
caletre medianamente amueblado. El generalato y la oficialidad insolvente que
se han alzado en whattsapp no han tomado nota de que ha cambiado la forma y los
cimientos de las cosas. España ha mutado desde el calcañar hasta el colodrillo.
Es más, con todos los innegables problemas que tiene, lo son mucho menos que cuando
esos generales vinieron al mundo y juraron bandera.
Ignorantes
e ilusos, pero por encima de todo son unos desubicados de estos tiempos. Pensar
que puede haber un ´alzamiento´ a estas alturas es una quimera, o posiblemente
un intento de exhibir la fuerza de la que carecen. Creer que el sexto Felipe va
a reírle las gracias es, paradójicamente, un insulto al Jefe del Estado. El
compadrazgo de los Borbones con los espadones pasó a la historia. Hace bien Paco Rodríguez de Lecea pidiendo, en su Punto y contrapunto,
que Felipe VI desautorice a los milicos.
Aunque, tal vez, el silencio del monarca signifique un despectivo «Ni caso».
Ignorantes
e ilusos, hemos dicho. Y, por ello, aferrados a la quincalla ideológica de la
«España que se rompe», un espejismo que ha recorrido el siglo XX en los cuerpos
de guardia de los cuarteles, en las redacciones de prensa panfletaria y en las
ondas de algunos radiofonistas de inteligencia demediada.
Azuzados
por quienes temerariamente hablan de «gobierno ilegítimo». Lo que debería hacer
llevar a los jarrones chinos a adoptar una cura de silencio al calor del hogar.
Temple.
El problema no son los milicos retirados. La cosa está en quienes quieren que paradójicamente
España se rompa, y de esa manera salir ellos
como los salvadores de la España eterna, fundada por Túbal, quinto hijo de
Jafet. Oh, paradoja: España fundada por
un inmigrante asiático.
Post
scriptum.--- «Lo primero es antes». Es
el ´imperativo metodológico´ de don Venancio Sacristán.
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