lunes, 16 de noviembre de 2020

Meditaciones desde mi ambulancia (5)


 

Salimos de Pineda de Marx con destino al hospital de can Ruti. Conduce una jovencísima y agradable señora. Somos cuatro pacientes que estamos en el mismo tratamiento de radioterapia.

A la altura de Calella de Paco Frutos busco en el diario la página de grandes firmas. Juan Luis Cebrián hace de las suyas. La impugnación a la política del gobierno es total. Tiene derecho a ello. Y nosotros también el de comentar lo siguiente: todo indica que el resquemor que destila dicho artículo es hijo de la pérdida de poder de su diario en la escena política, de la evidente crisis de su periódico y de que ninguna de sus profecías se haya cumplido. Debe ser muy duro que, en la escalera de sus setenta, veas que su sombra deja de ser alargada.

Por lo demás, que vaya pasando el tiempo y, como exigían los cebrianes, sin la gran coalición –PSOE y PP--  para remediar los problemas de la España unamuniana, debe ser desalentador. De ahí, la venganza de Cebrián que será celebrada generosamente por los dos Jarrones chinos, la cofradía de los paragüeros y los partidarios del calisay con gaseosa La Casera.

Apunto para no olvidarme: me borro como cliente del diario de Cebrián.

Estamos a la altura de Mataró de Joan Peiró. Interesante lo que explica el profesor Xavier Arbós. Que resumido viene a ser así: Trump no reconocerá el triunfo de Biden--Harris, ni piensa darle la bienvenida en el despacho oval, pero el hombre--bronca necesita que le indulten las doce causas que tiene pendientes con la justicia. Solución: dimite in extremis, el vicepresidente ocupa su lugar y le indulta como Ford hizo con el perillán de Nixon en su día. Pero, ¡ojo! el nuevo presidente solo tiene poderes para indultar casos federales. No importa, el ejército de rábulas, cada vez más menguante, ideará otra trapacería.

Reflexión a la altura de Vilassar de Ernest Lluch: allí, en los USA, como aquí, en las Españas, rige el principio de igualdad ante la ley. Pero, una vez que la ley ha hablado, la igualdad se va difuminando.

Por lo demás, mientras en los EE.UU. sigue la bronca, China expande su liderazgo tras el acuerdo de libre comercio en las economías de los países más importantes, excepto la India. Es el tratado de la Asociación Económica Integral Regional, el mayor del mundo. Llamo por teléfono a esas horas tan tempranas y lo comentamos: «Como nos descuidemos los chinos con capaces de comprar el puerto de Barcelona, aunque pensándolo bien les interesaría más el de Valencia que le ha levantado el gallo al de Barcelona».

Estamos a punto de subir la cuesta que nos lleva al hospital.

De vuelta a casa me saco del cenacho el nuevo y, ya celebrado, libro de Jordi Amat. Es ´El hijo del chófer´. O sea, la vida y milagros del controvertido periodista Alfons Quintà. Y su contexto con la aparición de personajes como Jaume Vicens Vives y Josep Pla y todo aquel coro de burgueses barceloneses que estuvieron bailándole el agua a Josep Tarradellas durante años para que la vuelta de la tortilla no fuera demasiado favorable a la izquierda. No se lo pierdan es mucho más que una biografía de un personaje inquietante, es –ante todo--  la relación del parné con la política y los diarios de la época.

Mañana será otro día. Ya falta menos.  

 

Post scriptum.---  Don Venancio Sacristán: «Lo primero es antes».

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