Salimos
de Pineda de Marx con destino al hospital de can Ruti. Conduce una jovencísima y agradable señora.
Somos cuatro pacientes que estamos en el mismo tratamiento de radioterapia.
A
la altura de Calella de Paco Frutos busco en el
diario la página de grandes firmas. Juan Luis Cebrián hace de
las suyas. La impugnación a la política del gobierno es total. Tiene derecho a
ello. Y nosotros también el de comentar lo siguiente: todo indica que el
resquemor que destila dicho artículo es hijo de la pérdida de poder de su
diario en la escena política, de la evidente crisis de su periódico y de que
ninguna de sus profecías se haya cumplido. Debe ser muy duro que, en la
escalera de sus setenta, veas que su sombra deja de ser alargada.
Por
lo demás, que vaya pasando el tiempo y, como exigían los cebrianes, sin la gran
coalición –PSOE y PP-- para remediar los
problemas de la España unamuniana, debe ser desalentador. De ahí, la venganza
de Cebrián que será celebrada generosamente por los dos Jarrones chinos, la
cofradía de los paragüeros y los partidarios del calisay con gaseosa La Casera.
Apunto
para no olvidarme: me borro como cliente del diario de Cebrián.
Estamos
a la altura de Mataró de Joan Peiró. Interesante
lo que explica el profesor Xavier Arbós. Que
resumido viene a ser así: Trump
no reconocerá el triunfo de Biden--Harris, ni piensa darle la bienvenida en el despacho
oval, pero el hombre--bronca necesita que le indulten las doce causas que tiene
pendientes con la justicia. Solución: dimite in extremis, el vicepresidente
ocupa su lugar y le indulta como Ford hizo con el perillán de Nixon en su día. Pero,
¡ojo! el nuevo presidente solo tiene poderes para indultar casos federales. No
importa, el ejército de rábulas, cada vez más menguante, ideará otra trapacería.
Reflexión
a la altura de Vilassar de Ernest Lluch: allí,
en los USA, como aquí, en las Españas, rige el principio de igualdad ante la
ley. Pero, una vez que la ley ha hablado, la igualdad se va difuminando.
Por
lo demás, mientras en los EE.UU. sigue la bronca, China expande su liderazgo
tras el acuerdo de libre comercio en las economías de los países más
importantes, excepto la India. Es el tratado de la Asociación Económica
Integral Regional, el mayor del mundo. Llamo por teléfono a esas horas tan
tempranas y lo comentamos: «Como nos descuidemos los chinos con capaces de
comprar el puerto de Barcelona, aunque pensándolo bien les interesaría más el
de Valencia que le ha levantado el gallo al de Barcelona».
Estamos
a punto de subir la cuesta que nos lleva al hospital.
De
vuelta a casa me saco del cenacho el nuevo y, ya celebrado, libro de Jordi Amat. Es ´El hijo del chófer´. O sea, la vida y
milagros del controvertido periodista Alfons Quintà. Y su contexto con la aparición de personajes
como Jaume Vicens Vives y Josep Pla y todo aquel coro
de burgueses barceloneses que estuvieron bailándole el agua a Josep Tarradellas
durante años para que la vuelta de la tortilla no fuera demasiado favorable a
la izquierda. No se lo pierdan es mucho más que una biografía de un personaje
inquietante, es –ante todo-- la relación
del parné con la política y los diarios de la época.
Mañana
será otro día. Ya falta menos.
Post
scriptum.--- Don Venancio Sacristán: «Lo primero es antes».
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