miércoles, 27 de diciembre de 2017

¿Limpiar el patio o cambiar las cosas?



Este post es un conjunto de cinco retales con la idea de confeccionar, un día de estos, un trabajo que dé una aproximada explicación de algunas inquietudes pasadas y presentes. El primer retal es del doctor Gabriel Jaraba, contundente y sin requilorios; el resto son de un servidor. De hecho, mis breves reflexiones son variaciones sobre un tema de Jaraba.

Uno

«Me pregunto: ¿asumirán las izquierdas catalanas, de tradición socialdemócrata, post comunista y post izquierda, que se han hundido juntas y por separado? ¿Admitirán que han sido incapaces de entender las realidades complejas del siglo XXI y, que en vez de construir un organismo sociopolítico, han creado un mero artefacto lingüístico, que les ha traído una imagen falsa, pero complaciente?  ¿Se darán cuenta que lo que tienen entre manos es un sucedáneo de instrumento de cambio, inoperante en el sentido de cambiar las cosas y en la organización de sus agentes, como demuestran los hechos?» (Gabriel Jaraba).


Dos

Retengo que Jaraba habla de «sucedáneo de instrumento de cambio, inoperante en el sentido de cambiar las cosas». Que, con acierto, lo vincula a la biografía de las izquierdas desde hace ya algunos años y lo relaciona con los recientes resultados electorales en Cataluña. Ahora bien, la pregunta obligada es: ¿qué debe entenderse aquí por «cambiar las cosas»? Parece claro que Jaraba apunta a que ello no significa tener sólo un proyecto que adecente el patio o que dé una mano de pintura al edificio.

Tres

Continuará el proceso de auto exaltación del independentismo catalán. Pero algunos de sus líderes tal vez sean más conscientes de los límites de dicho proceso. No es seguro, sino una hipótesis, posiblemente bondadosa. 

Cuatro

La militancia del independentismo es granítica. La de sus adversarios es la de un movimiento espasmódico. La primera es una militancia de acción sostenida; la segunda es reacción coyuntural.

Cinco


Las izquierdas necesitan un proyecto. Justamente en una fase de la historia de la humanidad en que las transformaciones –especialmente las tecnológicas--  no se dan de manera esporádica, sino permanente y a todo meter. Es, también, el gran desafío de la izquierda social, el sindicalismo. La ausencia de un proyecto les conduce a todos a una adaptación pasiva a lo existente. Estamos hablando de un proyecto organizado y organizador de muchedumbres. Con una auto verificacion cotidiana y el método de acierto -- error.  



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