sábado, 16 de mayo de 2020

Genovés contra Pinochet



La muerte de Genovés, el pintor de El Abrazo, me puso de muy mal humor que todavía me dura y me ha llenado de profunda melancolía. Conocí a Genovés en el verano de 1988. Un grupo de la oposición chilena –Chile vive, que dirigía el también pintor José Balmes, catalán afincado en el país andino desde los nueve años— organizó una serie de actos contra el dictador Pinochet preparatorios al referéndum de octubre del mismo año. El grupo de españoles, que acudió a Chile, era muy numeroso: los escritores Vázquez Montalbán e Ignasi Riera; los cantantes Raimon y Quico Pi de la Serra; los pintores Genovés, Canogar y Guinovart y, entre toda esa fauna y flora, se encontraba un servidor y diversas autoridades universitarias. Participamos en todo tipo de actos de protesta, incluidas manifestaciones y asambleas. A mí me tocó en todo aquel periplo ir con Genovés de pareja.

Genovés y un servidor dimos un mitin—relámpago en las puertas de la empresa Good Years en Santiago a las 6 de la mañana cuando los trabajadores hacían el primer turno. Rodeados de milicos y acompañados de centenares de trabajadores pudimos hablar cinco minutos con altavoz en mano. Fue necesaria una tensa negociación con el mando militar que prefirió no tener complicaciones. Mientras un servidor hablaba, Genovés me aguantaba el altavoz. Que no paraba de decir «¡quins collons, quins collons!».

La última noche de nuestra estancia en Santiago fue de traca. Fuimos a cenar toda la delegación española a un chiringuito. Por cierto, a nuestro grupo se añadió Gigliola Cinquetti, que todavía tenía edad para amar. Primer plato, segundo plato, vino a discreción. Y en un momento dado entran en la taberna un numeroso grupo de milicos armados más allá de los dientes. Silencio. De repente se levanta Ignasi Riera, con sus ciento y pico de kilos, y anuncia: «A continuación Juan Genovés interpretará para ustedes la copla que lleva por título La bien Pagá». Se levanta, ceremonioso, el maestro: «Ná te pío, ná te debo / me voy de tu vera, olvídame ya …»  Y la cantó enterita.   No hubo ningún incidente. 

Juan Genovés: més collons que en Wamba. 

Meses más tarde Pinochet perdió el referéndum. 




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