domingo, 17 de mayo de 2020

Estimado Pedro Sánchez, disiento por partida doble




No me entusiasma el método que se ha adoptado para elaborar el Plan de Reconstrucción. No creo que sea el más operativo ni el más eficiente.  Dicho plan será la obra esencialmente de una comisión parlamentaria por lo que su estilo formalista y protocolario al uso no parece el más idóneo para sus primeros pasos que necesariamente deben ser de investigación. Para decirlo con toda franqueza: el gobierno no ha estado afortunado en este planteamiento.

Dije hace semanas que lo ideal sería que un comité de sabios se pusiera manos a la obra para proponer los planos generales del edificio. Un comité de sabios con los suficientes conocimientos científicos y técnicos para el caso. Añado un elemento para mayor precisión: sabios tipo Antón Costas, personalidad respetadísima por la gran mayoría de las fuerzas políticas españolas. Reputado académico, urdidor de consensos y persona capacitada para enhebrar síntesis sucesivas. Que me perdona el profesor Costas si le propongo para ese enredo sin haberle dicho ni oxte ni moxte.  Estoy seguro que un comité de sabios presidido por el profesor Costas haría un buen trabajo.

Terminadas las labores de este grupo de trabajo, la mesa (o mesas de negociaciones) entraría a concretar las propuestas de los sabios.

P/S.---  Estoy mordiéndome la lengua para reprimirme. ¿Quién es el garrulo que propone en la nueva ley de enseñanza la supresión del carácter obligatorio de las Matemáticas?  ¿De verdad cree alguien que debo esforzarme en demostrar tamaño disparate?

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