sábado, 21 de septiembre de 2019

Torra no quiere que salgan los presos



No es que Torra se haya tirado al monte; es que, cimarrón, no se ha bajado. De nuevo ha colocado el cartelón reivindicando la libertad de los presos políticos, y nuevamente requerido por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para que lo descuelgue. A lo que se vuelve a negar el activista patológico aduciendo que la justicia atenta contra la libertad de expresión.

Hablemos sin pelos en la lengua: a este Torra le importa que los presos sigan en las cárceles. Eso le serviría como excusa permanente en su bronca contra España.  Recuérdese que ha habido conflictos a lo largo de la historia que no se han resuelto porque convenía a las partes en litigio. Que terminó convirtiéndose en su modus vivendi. Sigue habiéndolos. Así pues, la permanencia en prisión de los dirigentes independentistas es un pretexto, un motivo o causa simulada o aparente que se alega para hacer algo. En este  caso, ese algo se orienta a favor de Waterloo y sus sucursales.

Ese algo son las próximas elecciones. Los escribas sentados de Torra conocen al dedillo el estado de la cuestión: nuevo descalabro de los post post post convergentes. El ramaje de ese árbol –antes secuoya-- está cada vez está más chuchurrío. Por lo que Torra no puede bajar del monte. Desde ahí resistir la competencia con Oriol Junqueras, que le rompió el pulso en las anteriores elecciones del 15 de Abril. El republicano   con 15 escaños, el arbolillo post post post convergente con 7. Que le hace temer a Torra que pueda acompañar a aquel don Beltrán «en tan grande polvareda».

… Y sigue el debate en el independentismo catalán. Tal vez les pueda ayudar lo que dejó dicho Fausto: «Lo que se necesita no se sabe / lo que se sabe, no se puede usar». Grande Goethe.  



No hay comentarios: