domingo, 22 de septiembre de 2019

Errejón, chocante estética




Chocante estética: Íñigo Errejón informa que no asistirá a la reunión para que sus miembros «puedan expresar con libertad sus puntos de vista». No es una reunión cualquiera, de trámite. Se va a discutir si su partido, Más Madrid, presenta candidaturas para las próximas elecciones generales. Más todavía, tampoco dichas elecciones son de puro trámite.

Primeras cuestiones un tanto quisquillosas: si Errejón se abstiene de acudir a una reunión en tales condiciones es de cajón que el grupo dirigente es un cuerpo fofo. Veletas que cambian de opinión según los humores del líder. Cosa que no creo.

Si, por otra parte, tan extraña estética vale para el primer dirigente, en pura lógica debería ser válida para el conjunto de las estructuras de la organización. Y para todos y cada uno de los temarios en discusión. Si, por lo demás, se exige al líder que dirija, lo que comporta hacer propuestas y verificar lo anteriormente aprobado, ¿por qué renunciar a defenderlas en los órganos competentes? Extraña concepción. Pero, por reducción al absurdo, habría que defender que el dirigente nunca hablara en los medios de difusión. Con la idea, por supuesto, de garantizar la libertad de la afiliación. Y, puestos ya en esa lógica de baratillo, la conclusión es que tampoco el líder hablara nunca en las reuniones del partido. O lo que es lo mismo: el líder convertido en reina madre.

Ahora bien, comoquiera que sabemos que el grupo dirigente de Más Madrid es absolutamente libre para opinar lo que cada cual tenga a bien, la excusa de Errejón no va por donde dice ir. Entonces, yo me malicio de lo siguiente: si la decisión que se toma es la de acudir a las elecciones, Errejón podrá argüir que no es responsable de que haya más división en la izquierda. Pura sofistería.

P/S.  Si el Granada ganó ayer al Barça –y lo hizo holgadamente--  en las próximas elecciones generales puede pasar cualquier cosa. Felicidades a la Tierra del Chavico.

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