jueves, 21 de febrero de 2019

La huelga que no fue


Aunque el lock out se vista de seda, en cierre patronal se queda. Esta es una aclaración que hacemos gratis et amore al independentismo. Una gente chocante que pretende enredar el significado de los conceptos y de las palabras. Ayer hablamos de la convocatoria de una huelga general por parte de un sindicato probeta y entusiásticamente refrendada por el gobierno catalán en rueda de prensa a cargo del consejero de Interior: La huelga amarilla de mañana en Cataluña. La probeta y el gobierno catalán situaron los objetivos de la movilización. Entre otros, la repulsa a la reforma laboral. Se olvidaron intencionadamente de que los primeros no dijeron ni mú cuando se aprobó y los segundos votaron afirmativamente en las Cortes Españolas.

La juerga, que no huelga, fue convocada contra el Tribunal Supremo, que enjuicia a los líderes del procés. Por lo que la convocatoria ha sido una estafa de proporciones caballunas. Estafas a granel: el consejero de Interior disfrazado de sindicalista para no infundir sospechas; los probetas disfrazados de autoridades gubernamentales para encubrir sus desmanes.

Así, pues. la juerga ha sido una algarada. Carreteras cortadas, vías férreas ocupadas por los manifestantes dando  vivas a Terra Lliure. Gimnasia mesocrática. La industria trabajando. Fracaso sin paliativos. Un fracaso que será reconocido cuando pase un tiempo.

Con todo, lo más destacado ha sido que los amarillos han pintarrajeado y lanzado botes de humo a la sede de Comisiones Obreras de Cataluña. Oiga, es un avance por parte del mandamás de la probeta: ha dejado las pistolas para tirar huevos. No lo duden, es un avance.

Addenda.--   Vean la concentración de masas en Sant Vicenç dels Horts con su alcaldesa a la cabeza.

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