Así
están las cosas: incremento de las pensiones en base al índice de precios al
consumo y, en caso de desvío al alza, se aplicará el automatismo de la cláusula
de revisión en Enero próximo. Este es el contenido sintético del pacto entre el
PSOE y Podemos.
Es el feliz resultado de tres elementos: 1) las movilizaciones sostenidas desde
hace tiempo que han tenido lugar en toda España con el protagonismo de las asociaciones de jubilados y al sindicalismo confederal; 2)
la unidad de acción de la izquierda política; y 3) la inteligente relación
entre el sindicalismo y el gobierno, cada uno con sus propias responsabilidades
e independencia. Y como trasfondo relevante la contemporánea presencia de la
unidad social de masas y la unidad de la izquierda en este punto concreto.
Exactamente, la unidad como elemento propulsor de conquistas.
Ahora
viene lo que siempre hemos repetido hasta cansarnos: el sindicalismo, en la
parte que le toca, debe organizar esta victoria. No puede constatar, sin más,
un hecho tan importante. Le reclamamos lo que más le cuesta hacer, a saber:
explicar cómo y por qué se ha conseguido el incremento, organizar más y mejor a
los pensionistas y jubilados, teniendo en cuenta que más afiliación es un
factor necesario para tener presencia en los futuros desafíos. Porque a veces
se tiene la impresión que el sindicalismo espera ser reconocida su obra en el
Cielo, descuidando el premio en la Tierra.
Por
lo demás, parece obligado que tanto el PSOE como Podemos hagan una reflexión
sobre la utilidad de sus acciones unitarias. Porque el objeto de la política no
son ellos mismos, sino la gente en general.
Mientras
tanto, las derechas afilan sus cuchillos y, tal vez, confundiendo el tocino con
la velocidad digan que el incremento de pensiones tampoco era una cosa urgente.
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