miércoles, 8 de enero de 2020

Una sugerencia a los partidos de la coalición progresista





Es cierto: Pedro Sánchez ha salido investido por los pelos. Pero no es menos cierto que el búnker ha sido derrotado. La alianza de los inquilinos del búnker ha fracasado estrepitosamente. Son las facciones políticas de secano y orinal, la Brigada Aranzadi, los periodistas de fortuna, de los almogávares de Waterloo y la Adoración Nocturna de Mosén Cañizares, príncipe de la Iglesia. Derrota, pues, sin paliativos del arma de la intimidación; de la interpretación torticera, a sabiendas y queriendas, de la legislación; de la práctica paroxísticamente mendaz de una opinión publicada por parte de escribas agachados; y, definitivamente, revés del nuevo Palmar de Troya: no consiguió el necesario quórum para rezar por España. O, tal vez, Dios no ha querido tener problemas con doña Correlación de Fuerzas. Y hablando de tan ilustre dama, doña Correlación, sería de interés provocar alguna reflexión. 

Sabemos por experiencia que cuando los partidos de izquierda acceden al gobierno tienen como fea costumbre desatender hasta límites insospechados su organización interna. Se diría que el partido queda subsumido en la acción de gobierno que sólo es divulgada a través de las comunicaciones mediáticas de los dirigentes. Las estructuras intermedias se convierten en terminales burocráticas de las orientaciones que se envían desde los gabinetes de prensa. El twit es el medio de este vicio. De donde se infiere que la estructura se da por informada y, a la vez, comoquiera que sabe que el líder, ya en el gobierno, se comunica con la sociedad a través de la televisión, cree que se hace innecesaria la participación activa.

Ahora más que nunca se precisa la recuperación de la militancia, la militancia creativa. Más todavía, los partidos de  izquierda deberían considerar que los desafíos que comporta el programa de la coalición de progreso requieren nuevas incorporaciones.  En resumidas cuentas, la acción propia de cada partido de la coalición de izquierda –con su propia identidad--  es algo insoslayable a partir de ahora, justamente para que la relación de fuerzas les sea beneficiosa. Para que, frente al secano de las derechas, pueda decirse ¡qué verde era mi valle!  

P/S.---  No está confirmado que Steve Bannon se haya visto empinando abusivamente el codo. El padrastro del populismo europeo está cosechando fracasos a granel. El de ayer fue de armas tomar. 

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