viernes, 10 de enero de 2020

La caverna contra los maestros de escuela


Joan Baldoví es maestro de escuela. Tengo para mí que tan noble profesión ha hecho más por la formación y la cultura que todas las demás juntas. A pesar de ello –o precisamente por ello--  no pocos diputados de la caverna se mondaron de risa despectiva cuando Baldoví dijo desde la tribuna del Congreso que él es maestro. Maestro de escuela. Este es, entre otras, la resultante del cambio de metabolismo de la derecha española que abruptamente ha transitado a posiciones ultras. Mi compañero Gabriel Abascal ha comentado lo siguiente sobre el particular: «Nuestra derecha rancia y clasista: no consta que nadie en el Parlamento sueco se haya reído nunca de Kjell Stefan Löfven porque fuera soldador de profesión antes de dedicarse de pleno a la política, convertirse en presidente del Partido Socialdemócrata Sueco y ser actualmente Primer Ministro de Suecia».

Las risas de esos diputados son un insulto en toda la regla, no sólo contra el diputado de Compromís, sino especialmente contra toda la profesión y lo que históricamente ha representado en España. La gente de mi generación recordamos en Santa Fe, capital de la Vega de Granada, a don José Viera, natural de Coria (Cáceres) que nos enseñó nuestros primeros saberes. Era el prototipo del maestro de aquellos tiempos: duro y, cuando se terciaba, te ponía la palma de la mano ardiendo con sus palmetazos; respetado, sin embargo, por los alumnos, y por toda la población santaferina. Atención: nunca se cantó el Cara al Sol en su aula ni se rezó un padrenuestro; tampoco se le vio en ninguna  procesión religiosa. Y es que los maestros de escuela han sido, por lo general, los primeros pedagogos de los constructores de la democracia y, también, interferencias contra los poderosos. Cuenta Antonio Rodríguez Avellaneda, destacadísimo dirigente de Comisiones Obreras de Mataró en su libro de memorias, Siempre en la brecha,  que su maestro era «más de derechas que las almejas», pero un magnífico educador. Ésa fue la fuente de la magnífica sintaxis de Antonio.  

La derecha de secano y orinal siempre fue así. Don Dióscoro Galindo, el maestro de escuela fusilado junto al poeta de Fuente Vaqueros, es el paradigma de toda la violencia que se ha ejercido contra nuestros maestros.

P/S.--- Magnífica la iniciativa de  Salvi Jacomet, que ha creado un espacio para que se ´apunten´  los amigos que dan soporte al Programa de Gobierno.

Aquí se pueden inscribir tú y a quienes invites:  https://www.facebook.com/groups/676264126501899/

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