domingo, 19 de enero de 2020

No hay derecha en España





Vamos a hablar hoy de la derecha vaciada.  O, tanto da, de la derecha vacía. Que no es otra cosa que la constatación de la inexistencia hoy en España de una derecha ilustrada. Ciudadanos pudo serlo, pero la inmadurez política y el engreimiento de su líder, Albert Rivera, --más el estilo funcionarial de su grupo dirigente--  llevaron al partido a una radicalización impostada y a una política de alianzas aceleradamente derechista. Ello llevó a Ciudadanos al fondo del barranco. El partido es ahora un minifundio. Lo que pudo ser un partido de la derecha democrática –y no instrumentalmente democrático como hoy lo es el Partido Popular— fue tantas veces a la fuente con la ultraderecha que finalmente se quebró: un paso más en la derecha vaciada.  

Ciudadanos está discutiendo su futuro. Arrimadas tiene ahora la oportunidad de demostrar que no es un espejismo, una hijuela de Rivera, el rostro amable de aquella hecatombe electoral. Y el desafío de conseguir credibilidad tanto personal como para su partido. Por ejemplo, cuando la madrileña Begoña Villacís declara bombásticamente que «el veto parental no se implantará en Madrid» tocamos madera porque cosas similares dijeron en Andalucía, Madrid  y Murcia y al final acabaron bajando la cerviz ante el caballo blanco de Santiago (el de Vox). Oportunidad y desafío de ser la derecha democrática. Si se mantiene en el riverismo se irá a una derecha completamente vaciada, poblada por los ultras de secano y orinal.

Ciudadanos prepara su congreso. Un elemento aparece como novedad en sus documentos preparatorios: se levanta el veto al PSOE, aquel veto que infantilmente puso en marcha Rivera y siguió perinde ac cadáver Arrimadas. Naturalmente para poner contrapeso a ello escriben la vulgaridad de «estaremos contra los populismos de derecha y de izquierda». Que en este caso puede interpretarse así: «Al subir la barca / me dijo el barquero / las niñas bonitas / no pagan dinero».

Con todo, no parece que Ciudadanos rompa la anomalía española de la derecha vacía. La cosa viene de muy atrás. Mi padre no encontraba explicación a que en España la derecha nunca hubiera tenido políticos del fuste de Churchill, De Gaulle, Adenauer, Alcide De Gasperi. Aquel bribón de Andreotti diría que «manca finezza». No, lo que siempre faltó a la derecha española fue inteligencia. Sus dirigentes sólo se desenvolvieron bien en el campanario, en el campamento y en el sagrario.   

No hay comentarios: