viernes, 9 de marzo de 2018

Dos caras: 8 de Marzo y el espejismo independentista




1.-- Dos situaciones en el mismo espacio-tiempo. La cara: centenares de miles de mujeres en las calles y plazas catalanas, huelgas en la gran industria, en la enseñanza, la sanidad, los transportes en una movilización gigantesca de carácter global. La cruz: en las covachuelas del Palacio siguen los chicoleos de los neo convergentes y Esquerra para convencer a la CUP de que vote a Jordi Sánchez en la sesión de investidura. Política de campanario. Lo global, la aspiración de las mujeres a ser sujetos de pleno derecho sin recortes. Y la desubicación del mundo independentista. De un lado, el universo de los derechos; de otro lado, los regateos en un mercadillo de ropavejero.

2.--  La CUP dice que no vota la investidura de Jordi Sánchez. Exige el oro y el moro a los neo convergentes del hombre de Bruselas; estos le prometen a los cuperos la plata que cagó la gata.

El documento que se propone a los fraticelli no cita, sin embargo, el 27 de Octubre. No es un olvido. Lo que no se cita no requiere sacar conclusiones. Se pasa por alto, pues, constatar que, paradójicamente, ese día conduce a una derrota sin paliativos de un itinerario, que no encaja en el universo de la interdependencia y la globalización. Lo que no se cita permite, en este caso, recurrir a los fuegos artificiales que están simbólicamente en la mente de alguna gente.

El documento que propone la incorporación de la CUP  a un acuerdo de investidura recrea los elementos clave que han conducido a la derrota del procés. A saber, el Consejo de la república catalana y el poder simbólico de Carles Puigdemont, instalado en Waterloo. Con dos añadidos: la elaboración de una Constitución catalana y la creación del «espacio libre del exilio». Lo primero se entiende. Lo segundo es algo pintoresco. Espacio libre del exilio. Un servidor entiende las cuatro palabras por separado, pero no comprende la totalidad de la frase.  En todo caso, ciertamente sigue la regla que indica que determinados conceptos políticos deben ser breves y confusos. Lo que me lleva a la siguiente consideración: del brillante y eficaz uso del lenguaje de los primeros tiempos del procés se ha pasado a la astracanada. Al «era de noche y, sin embargo, llovía». Rivalizando con Mariano Punto Rajoy en el uso de solecismos.  Son las consecuencias de la derrota.  

Por lo demás, tengo especial interés en saber de qué manera se hace compatible el documento de marras –tanto si es aprobado por la CUP como si no— con las conocidas declaraciones por escrito del candidato Jordi Sánchez: acatamiento a la Constitución Española y todo lo que se haga debe ser en el marco de la legalidad.

3.--  Lo dicho: mientras las calles rebosan una preñez de futuro en torno a la igualdad, en los chambaos del independentismo prima la maraña en los agujeros negros del no espacio--tiempo.    



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