Tras las recientes
elecciones catalanas, Pablo Iglesias El
Joven e Iñigo Echenique han hecho pública una carta explicando las razones
del «traspiés» de la formación que patrocinaban muy directamente, Catalunya sí que é spot. A lo largo de este ejercicio de redacción
explicaré por qué entiendo que Podemos no ha estado a la altura que se le
supone (y ellos mismos se atribuyen) en la valoración sobre dichas elecciones. Aclaro que escribo estas notas viendo las
cosas desde el tendido, esto es, sin conexión alguna con la mencionada
coalición.
Los redactores de la
carta califican como un «traspiés» el resultado. Mucho me temo que es una
valoración excesivamente bondadosa que, además, no entra en el cogollo de lo
que ha sucedido. Catalunya sí que es pot ha tenido menos diputados que cuando
ICV – EuiA se presentaron en los anteriores comicios. Hablar de «traspiés» es,
ante todo, un chiste de mal gusto. La coalición de izquierdas ha tenido un
sonoro batacazo en Cataluña. No partir de esa consideración supone un
desenfoque sobre lo ocurrido y una incapacitación, momentánea o no, para las
próximas elecciones del 20 de diciembre.
En pura lógica, si se
parte de que lo ocurrido es un traspiés,
los motivos que hay que aducir deben ser concordantes. En primer lugar, «el
nombre difícil de la candidatura». Cierto, en mi vida he visto unas siglas más
complicadas de recordar y pronunciar: CSQEP. En segundo lugar, afirman los
autores de la carta que « mucha gente que está esperando a las generales para
votar Podemos no nos encontró el domingo entre las papeletas de los
colegios electorales». Y, finalmente, arguyen una misteriosa razón que tiene
toda la pinta de ser una crítica a alguien: no han contado «con todas las
fuerzas y compañeros que les habría gustado para conformar ese polo ciudadano con el que patear el
tablero catalán». Donde la expresión «polo ciudadano» no se sabe bien a qué se
refiere.
Ahora bien, lo que
Iglesias y Errejón no dicen es que fue Podemos quien impuso el carácter de la
campaña electoral de la coalición, el nombre de la misma y los puestos más
relevantes del cartel electoral. Fue una imposición drástica a ICV – EUiA,
pensando que estaba cantado el aluvión de votos gracias a los efectos
salvíficos de Podemos. Imposición drástica y sectaria. ¿En qué cabeza cabe
imponer a un candidato desconocido como cabeza de lista en vez de a Joan
Coscubiela? Incluso como técnica electoral no deja de ser, por decirlo
suavemente, un tanto chocante. Por cierto, admito que se me diga que a toro pasado
las cosas se ven muy fáciles. Por supuesto, pero –como tantas veces aconsejaba Marcelino
Camacho-- «dirigir es prever». Cosa
que a mí no me incumbe, y sí a quienes tuvieron mando en plaza en el cuaderno de
navegación de Podemos y asociados.
Entiendo, así las cosas,
que no sólo las razones que han dado Iglesias y Errejón no tienen consistencia,
sino que, además, ambos dirigentes se han desresponsabilizado de los resultados
electorales de, por lo menos, la parte de responsabilidad que tengan.
Por cierto, nadie ha abordado
hasta la presente uno de los posibles motivos del descalabro. A saber, si una de
las componentes de estos comicios era el plebiscito, en Catalunya sí que es pot no se
puede decir que sus mensajes fueran un modelo de coherencia. Más todavía, en todas
y cada una de las componentes de la coalición había sectores para todos los gustos
y planteamientos. Tal vez, por eso CSQEP no ha podido romper –y ni siquiera matizar--
la díada plebiscitaria del sí y el no.
1 comentario:
Con todos los respetos para Marcelino, lo de "dirigir es prever" se lo debemos a Gramsci. Hay cosas de mayor calado en la carta. Así, por ejemplo, podemos leer lo siguiente:"nuestra posición [la de Podemos] se revaloriza ante el “empate catastrófico” de los dos bloques". ¿Pero ha habido un empate catastrófico entre dos bloques? De ser así ¿en cuál de los bloques empatados debemos colocar los votos de CSQEP? Cabe recordar que fue justamente Gramsici quien habló de "empates catastróficos" y considero que habrían las situaciones idóneas para que prosperara "el cesarismo". ¿No será que ahora se quiere propiciar "el ampate catastrófico" para que Pablo iglesias emerja como la alternativa cesarista? También hay algunas palabras vacías. Por botón esta muestra: " España es un país plurinacional, donde conviven pueblos con identidades diferentes" . Esto equivale a tratar la cuestión nacional como una cosa de identidades. Siguiendo su regla de tres, CCOO sería un sindicato plurinacional, ya que en él conviven identidades diferentes, y así podríamos poner miles de ejemplos. Por último, no deja de ser preocupante el chovinismo de la carta cuando dirigiéndose a los militantes de Podemos dice "Sois los mejores, un orgullo y un ejemplo para nuestro pueblo". ¡Si ellos es lo mejor, madre mía: como seremos el resto!
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