Los
primeros espadas del sindicalismo confederal catalán se han expresado a favor
del «derecho a decidir» en Cataluña. Al hilo de tan importante e inequívoca
posición se me ocurren las siguientes meditaciones.
¿Se puede
mantener esta posición con relación a la ciudadanía y, simultáneamente, dejar
las reglas internas del sindicalismo tal como están en la actualidad? Aclaro
que las reglas del sindicalismo son impecablemente democráticas. Por lo tanto,
nada que objetar al carácter democrático de las mismas. Ahora bien, cuando se
plantea el «derecho a decidir» para el conjunto de la sociedad en un
acontecimiento eminentemente político –esto es, el futuro de las relaciones
entre Cataluña y el (todavía) resto de España-- ¿puede el sindicalismo no hacer
lo mismo en el interior de sus responsabilidades de representación, directa e
indirecta de los trabajadores, incluidos sus propios afiliados? Evidentemente,
se puede reclamar para otros lo que no se tiene en el interior del campo
propio, pero eso (siendo legítimo) sería chocante. Porque, ¿bajo qué argumento
descansaría dicha paradoja?
Así las
cosas, ¿de qué manera entiendo que se puede resolver esta asimetría?
Permítaseme una premisa: el sindicalismo confederal necesita avanzar en lo que
podríamos definir dónde está la «soberanía», esto es, quién y cómo decide su
acción sindical: la elaboración de sus plataformas reivindicativas a todos los
niveles y el ejercicio del conflicto social? Sobre esto he planteado algunas
cuestiones (1).
La primera
conclusión es que la decisión soberana
en el sindicalismo sigue estando en los grupos dirigentes de los ámbitos
respectivos de aquello que hay que dilucidar. Es lo que se desprende de la
tradición y lo que sanciona la norma estatutaria. Cuando, por unas u otras
razones, se procede a un referéndum en el centro de trabajo es como fruto de
una concesión del grupo dirigente de dicho ámbito, el del centro de trabajo.
Pero una «concesión» que viene desde arriba
no es un derecho que gozan los que, para entendernos, están abajo: es algo concedido que se otorga
esporádicamente. Y, por lo general, se hace cuando hay que desembozar una
situación. De donde, seamos claros, el referéndum es un mecanismo contingente
para resolver un problema, pero no es un instrumento para que no haya
problemas, esto es, como parte inseparable y lógica de la democracia
deliberativa de la acción sindical. De
una acción sindical que, además, tiene el monopolio de la negociación colectiva
(erga omnes) que determina una serie
de concreciones socioeconómicas que afectan a las cosas públicas. De manera,
estando así las cosas, parecería de cajón que el sindicalismo confederal resolviera normativamente la asimetría entre
tener el monopolio de la negociación (y ser responsable de sus consecuencias) y
contar con unos niveles afiliativos muy distanciados del gran número de
afectados (el erga omnes) de aquello
que negocia.
Así pues,
entiendo que hay que partir de lo siguiente: a) el sindicalismo debe dar un
paso adelante en la concepción de qué se entiende por democracia interna; y b) cómo
se plasma esa novedad en sus normas estatutarias. O lo que es lo mismo: situar
la soberanía, como primer paso, en el conjunto de la afiliación; sería un
primer paso que, aunque limitado, sería ya importante; establecer el mecanismo
de la participación a través de una práctica refrendataria en cada ámbito
concreto, el referido a la cosa que se trata.
En todo
caso, es exigible que si se plantea el «derecho a decidir» para asuntos no
directamente sindicales no te puedes llamar Andana en tu propia casa. A menos
que se entienda que en casa propia mandan unas reglas diferentes de las que tu
exiges a tu prójimo.
2 comentarios:
No creo oportuno mezclar las cosas. Estamos tratando del derecho de libre determinación de Catalunya y esto precisa de mecanismo distintos que los necesarios para democratizar la vida interna del sindicato. Por cierto, he visto que ya retiraste tu post de apoyo a Montilla de hace unos años. Me parece una buena idea pero sería mejor si viniera acompañada de un poco de autocrítica. En todo caso yo sigo manteniendo la crítica que te formule en aquella ocasión. Este es el enlace: http://apuigsole.blogspot.com.es/2006/09/el-rebombori-de-lopez-bulla.html?view=mosaic
En el blog almacén se encuentra una serie de artículos que se han traslado para aligerar esta bitácora, ya de por sí abultada:
http://alametiendo.blogspot.com.es/2006/07/con-jose-montilla.html
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