lunes, 18 de julio de 2022

¿Barcelona versus Madrid y viceversa?


Primer tranco

 

Ha aparecido un importante estudio en medio de estas calores endemoniadas. Sus autores son los investigadores Ivan Bofarull y Natalia Olson bajo el prestigioso timbre y sello de ESADE. De momento ha suscitado escasos comentarios a pesar de la importancia de dicho estudio. En síntesis, los autores afirman –tras una pormenorizada investigación— que «la suma de Barcelona y Madrid crearía el cuarto polo de talento del mundo superando incluso, nada menos, que a Silicon Valley. Los elementos principales que manejan son el ranking de estudiantes internacionales, el capital riesgo y nuestras Universidades (1).

 

Segundo tranco

 

Veo un espejo chocante: de un lado, la tradicional rivalidad de todo y ante todo lo que relaciona las dos grandes ciudades desde los tiempos de María Castaña; de otro lado, el alumbramiento que nos han propuesto los dos investigadores de ESADE.

Ahora bien, si los datos cuadran y las cuentas están bien hechas hay una posibilidad, al menos en teoría, de que alguien –más bien, unos muchos cuantos--  se meta en harina. Porque el salto que se daría en la economía no sería el de una suma, sino exponencial, me atrevería a decir.

 

Tercer tranco

 

¿Cuáles serían las enemistades de esta propuesta? Las prácticas patriochiqueras y el espíritu de campanario, los interesados en que Madrid y Barcelona se lleven a matar, los políticos de pequeño formato, ya sean de babor o de estribor, aquellos que dijeron que Pere Duran Farel era un sonmiatruites y un pirao.

Entiendo, no obstante, que si un grupo de capitanes de industria estuviera por la labor sería muy difícil que las diversas cavernas, las zarrapastrosas y las de moqueta, le pusieran la proa. Lo intentaron con Pere Duran y fracasaron.

 

Tranco final

 

En un excelente artículo aparecido hoy en El País, Daniel Innerarity, El estancamiento, nos dice: «Las democracias son más estables de lo que nos dan a entender quienes advierten reiteradamente de su fragilidad, pero menos capaces de realizar las transformaciones exigidas por las crisis, a las que se enfrentan». Ahí, ahí está el detalle. Con lo que me arriesgo a proponer que, en este caso (la gran operación Madrid – Barcelona) podría ser un ejemplo de democracia y transformaciones.

 

(1)         Página 68 La Vanguardia. 17.7.22

  

No hay comentarios: