domingo, 24 de junio de 2018

Algo se mueve en Cataluña




Noche de Sant Joan sin sobresaltos pirotécnicos. El único ha sido la publicación de la encuesta en La Vanguardia. A parte de esto, suma tranquilidad. El precio de los petardos y cohetes está por las nubes. La tienda de esos chismes explosivos facilita los pagos incluso mediante la tarjeta visa. Ha sido tanto el descenso del petarderío que ni siquiera se huele a pólvora. La Noche de Sant Joan ha sonado por lo bajinis. El único sobresalto ha sido, como decimos, la encuesta de La Vanguardia.

En apretada síntesis: el sesenta por ciento de la población catalana no considera a Carles Puigdemunt como el  «presidente legítimo»; retortijones en Berlín. Esquerra Republicana de Catalunya supera en intención de voto a los de Quim Torra; la pachorra de Oriol Junqueras sobrepasa al paroxismo de sus socios de gobierno. El Partit dels Socialistes de Catalunya ganaría en las elecciones generales, si se produjeran ahora; toda una sorpresa para los Comunes. Estos son los únicos petardos significativos de esta Noche de Sant Joan. El curioso lector tiene a su disposición todos los datos en http://www.lavanguardia.com/politica/20180624/45367752727/elecciones-generales-autonomicas-encuesta-la-vanguardia-psc-erc.html  Quede claro: es sólo una encuesta, como dirían los coyunturalmnte perjudicados. Que reflejaría algunas de las tendencias de fondo presentes en el teatrillo catalán. En todo caso, sabemos desde tiempos antiguos que así como una golondrina no hace verano, tampoco una encuesta hace elecciones.

A buen seguro que ERC habrá tomado buena nota de los pespuntes de esa encuesta, especialmente cuando señalan que el político catalán más valorado es su líder, Oriol Junqueras, encarcelado en Estremera. Si hace verano esta golondrina (relativamente) pronto lo sabremos. Sea como fuere algo se mueve en Cataluña, aunque muy lentamente. En todo caso, ERC seguirá en su postura de Jano Bifronte: con una cara mirando a poniente para evitar ser acusada de traición; con la otra mirando a levante intentado hacer política más realista, evitando quemar las naves, porque ha aprendido que el Estado no se defiende rezando padrenuestros.

La estrategia del hombre de Berlín parece clara: evitar el enfrentamiento –al menos por ahora--  con Pedro Sánchez. Ahora Puigdemont y sus franquicias tensan el arco de la flecha y apuntan contra el sexto Felipe. De hecho, tras la comedia de los Juegos del Mediterráneo han declarado que rompen sus relaciones con la Corona. No es una extravagancia. En realidad se dirigen al electorado de Esquerra, diciéndoles: nosotros somos los auténticos republicanos, ERC practica un republicanismo cimbrio. Un torpedo en la línea de flotación en la fragata republicana. De donde se infiere que el principal destinatario de esa ruptura de relaciones con la Corona no es el Rey sino Esquerra.

Oriol Junqueras es licenciado en Historia, especializado en Edad Moderna y Contemporánea, habrá captado el bajonazo. Sabe perfectamente quiénes fueron los cimbrios españoles del siglo XIX. Ustedes también. Por lo demás, tranquilidad en la Noche de Sant Joan: los petardos están a precios prohibitivos. No seré yo quien proteste por ello.

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