lunes, 3 de mayo de 2021

Cierto, España no es una mierda


 

Quim González Muntadas ha escrito un artículo que sugiero debe ser teniendo en cuenta --especialmente por esa izquierda eternamente amargada-- por el toque de atención que significa (1). El autor sale en tromba y con datos comprobados en la mano demuestra que esa interesada sensación de que España es una mierda es un constructo falaz. Y, en no pocas ocasiones, inducido ´desde arriba´.

A la luz del texto me vienen a la cabeza dos reflexiones complementarias.

1.--- La rotundidad de cada quídam hablando de ´la mierda que es España´ contrasta con el elogio hiperbólico, patriochiquero, que ese mismo personaje puede hacer de su campanario. Y como esto –me parece sobre chispa más o menos que es similar en todos los sitios—entiendo que la maravilla de la suma de todas las patrias chicas no concuerda con la mierda general.

En cierta ocasión me quedé sorprendido leyendo la primera página del libro “El fin del imperio español” del hispanista inglés Sabastian Balfour. Allí pude leer la novedad siguiente en polémica de Balfour con casi toda la historiografía española: no fue tanta la debacle tras la pérdida de las colonias en el 98. Ý daba datos, datos, datos. Sin embargo, los clérigos chuchurríos siguieron dictando que ´España era una mierda´. Realmente no hacía falta porque el alma dual española –patriochiquera y simultáneamente lo contrario para lo general— tenía esa deposición en la cabeza desde tiempos muy antiguos. Cierto, España pudo ser durante un cierto tiempo un zurullo colosal, pero cuando iba dejando de serlo los clérigos y los parroquianos en general no lo veían.

Así pues, a) vayan a los datos para hablar con propiedad, de ahí la insistente sugerencia de que lean el artículo de Quim González; y b) no estamos diciendo que esto sea el no va más; no somos amigos, ni conocidos, ni saludados  de Pangloss. Quim González opera con datos. Lo otro son razonamientos peristálticos.

2.--  Por lo demás, a lo largo de toda nuestra historia moderna vale la pena mencionar algo de gran relevancia: cada avance en  España ha sido debido a los arbitristas y humanistas de la época de los Austrias, posteriormente a los ilustrados, después a los progresistas y liberales, para definitivamente pasarle el testigo a las izquierdas.  Desde Luis Vives y Nebrija hasta los actuales científicos de ahora.

Oigan, desbarren de lo que quieran en el mostrador de la taberna, pero conténganse con las cosas serias.

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