domingo, 24 de noviembre de 2019

ERC, ¿sabes qué pasó en Weimar?



“Quieres que te agradezca que me estorbas”, le espeta Fausto a Mefistófeles. Los dos están sólos en el Bosque y Caverna. Es lo que parece decirle ERC a los post post post convergentes del caserón de Waterloo. ¿Solo parece o es realmente? El comportamiento zigzaguente –más bien epilépticamente caprichoso de los de Junqueras--  no nos permite una respuesta clara ni unívoca. O, también podría ser que la brújula de este partido está seriamente desnortada. En todo caso, los datos –los que tenemos a estas alturas--  indican que ERC no quiere que se forme el gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.

En artículos anteriores hemos hablado de los inconvenientes que tiene el grupo dirigente republicano. Su competencia, inmediata y mediata, con Waterloo; la enfermiza relación con sus propias bases, muy en especial con las Juventudes; y la lucha sorda entre los dos candidatos a ocupar el puesto de Junqueras, es decir, Pere Aragonès (su abuelo colocaba el acento hacia Oriente) y Torrent, presidente del Parlament. Todas estas cuestiones le ponen a ERC muy cuesta arriba tomar una decisión que resuelva positivamente la investidura.

Pero hay otra cuarta razón: la formación de un gobierno de coalición PSOE – Unidas Podemos sería beneficiosa para los Comunes. Y esto ya no le hace tanta gracia a ninguna de las corrientes de ERC. De ahí que los de Junqueras hayan añadido un elemento a su exigencia de negociación: “Que Quim Torra presida esa mesa, que no es ´de partidos´  sino entre gobiernos. En la jerga de la Andalucía baja se diría que es una posición jartible. Es una posición estrambóticamente contraproducente para ERC. Lo es porque a quien beneficia más  (yo  diría exclusivamente) es a la orden monástica de Waterloo. ERC tendría un papel ancilar, de valet de chambre. De ahí que parezca que Junqueras agradezca a Waterloo las molestias pasadas y presentes. O, no cabe descartarlo, que ERC siga fiel, hogaño, a sus errores de antaño.

Con todo, los Comunes tienen una baza para intentar desbloquear la posición de ERC: amenazarles con su posición contraria a los Presupuestos que ha elaborado Aragonès, cuyo acento en tiempos no lejanos miraba hacia Sicilia. O do ut des. O se acabó el bróquil.

Dos apostillas.---  Enric Juliana no da puntada sin hilo. Lleva ya algunos meses insinuando la sombra de Weimar sobre nuestras cabezas. Mi primera reacción es no coincidente. Pero, ¿quién sabe?. No estaría mal que Junqueras le diera vueltas a la cabeza.


Las bases socialistas apoyaron abrumadoramente el protocolo PSOE – Unidas Podemos para la investidura y el pacto de legislatura. Derrota espectacular de las vacas sagradas del Partido socialista. Como se diría en Parapanda “los viejos galápagos nunca mueren”. 

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