miércoles, 31 de julio de 2019

La casa política por el tejado. Nuevamente con ustedes


Algunas casas suelen empezarse por el tejado. Es lo normal en la gran mayoría de los partidos políticos. De esta manera el maestro de obras no tiene que preocuparse de esas nimiedades que son la resistencia de materiales y otras quisicosas por el estilo. Empezar la casa por el tejado indicaría que no hay que preocuparse de los planos y sus artificios. Empezar la política por el tejado vendría a significar la irrelevancia del proyecto. Lo únicamente exigible es el tran tran, la rutina de una administrativa gestión de lo que va apareciendo.

Empezar la casa por el tejado es lo que se ha hecho en las aparentes negociaciones para la investidura del presidente del gobierno. Y también es lo que, durante estos días, han hecho los alarifes Casado y Rivera. A falta de planos, con un total desinterés por la resistencia de materiales, las crisis internas (así en el Partido Popular como en Ciudadanos) se abordan sin debate y se ´solucionan´  con el método chusquero de “Ahí está la puerta”. Se diría que, en todo caso, es el poder chusquero que tiene hondas tradiciones suevas, vándalas y alanas.

No es un problema de la derecha. Es de toda la política. Incluso de la que apareció, hace pocos años, disfrazada de nueva para no infundir sospechas.


P/s.  Este blog reanuda su singladura después de una semana de holganza. Mi excusa: he estado estos días internado en el Hospital de Mataró. El doctor Pere Clos me ha extirpado un tumor que, sin mi permiso, se había instalado en la margen derecha del colon. Poco a poco iré recuperando el ritmo. De momento, ustedes simulen y disimulen.  

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