jueves, 18 de julio de 2019

El gobierno de los mejores



La expresión «gobierno de los mejores» está siendo demasiado sobada. La han utilizado los dirigentes más dispares y todavía está sin demostrar que haya sido acertada en la práctica. El gobierno de los mejores es una chuchería multiusos del lenguaje de la política. Ayer, Pedro Sánchez, que es de Ciencias, tiró del dicho en pleno zafarrancho de palabras con Pablo Iglesias el Joven, que es de Letras.

Cada vez que oigo lo del gobierno de los mejores me llevo la mano a la cartera. Debo protegerla de la voracidad de los mejores. Comoquiera que mi memoria tiene ya ciertas porosidades sólo recuerdo a Artur Mas que, en la campaña de las autonómicas,  prometió el gobierno de los mejores. Mas ganó a Montilla y recuperó la presidencia de la Generalitat. Con dicho equipo empezaron las privatizaciones y los recortes en Cataluña, antes incluso de que Rajoy le tomara gusto a lo mismo. El gobierno de los que mejor han utilizado la motosierra a destajo y las tijeras al por mayor. «Gobierno de los mejores»: lagarto, lagarto.

No tiene sentido alguno que Pedro Sánchez use ropa de segunda mano en sus declaraciones. Más todavía, un partido serio como el PSOE debería caer en la cuenta de que es mucho más austero y creíble hablar de gobierno de los más idóneos. En todo caso, sea de los mejores o de los idóneos, para que haya gobierno un día de éstos  es necesario cometer el pecado mortal de pactar.

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