miércoles, 4 de abril de 2018

Ciudadanos y el máster de Cifuentes


Escribe El Dómine Cobra

Quienes pensaron que Ciudadanos iba a relacionar la dureza de sus palabras contra Cristina Cifuentes con un gesto contundente han vuelto a caerse del guindo. Los de Rivera siguen a pies juntillas la vieja máxima de «Dios aprieta, pero no ahoga». Conclusión, la joven cofradía ha vuelto a amenazar para finalmente plantear la jaculatoria de la apertura de una Comisión parlamentaria. Más todavía, tras el anuncio de Ángel Gabilondo (PSOE)  de presentar una moción de censura, los que ayer estaban disfrazados de gente airada han señalado que de eso, naíca de ná. Por eso, Cifuentes ha salido en tromba. Sabía de buena mano  que Ciudadanos se limitaría a ladrarle a la Luna. Ni siquiera ha pedido un baldeo de cubierta.


Tengo una hipótesis capaz de explicar racionalmente a Jano Rivera. Jano, el viejo dios romano, que mira simultáneamente a babor y estribor, intentando guardar las dos puertas: la suya propia y la del Partido Popular.  Es ésta: Ciudadanos da por sentado que su victoria electoral está cantada. De hecho las encuestas así lo pronostican y también los arúspices viejos y nuevos. A partir de ahí, Ciudadanos quiere desangrar al Partido Popular, pero no provocarle un descalabro que le impida a los primeros formar gobierno en la Comunidad autónoma de Madrid. Repito: los de Rivera echan las cuentas para tener un resultado electoral amplio, pero necesitado de los de Cifuentes para formar gobierno. Alguien dirá candorosamente que dónde está la decencia. Respuesta: oiga, estamos hablando de Ciudadanos. 

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