jueves, 16 de marzo de 2017

Los Servicios Secretos y el rey de España

Las grabaciones que hicieron los servicios secretos españoles al entonces rey Juan Carlos me sugieren una serie de cavilaciones. No entro en el contenido de las mismas porque es irrelevante para lo que pretendemos decir. Comoquiera que es fácilmente imaginable que se hicieron sin orden del Juez podemos llegar pacíficamente a esta conclusión: si se graba de esa manera al Jefe del Estado, aquí no se libra ni el último de la fila. En suma, estas cloacas del Estado están fuera de la legalidad del espacio-tiempo. Funcionan con órdenes verticales sin dar cuenta a nadie. Por lo que ni siquiera son «secretos de Estado» sino un almacén de datos para que dos o tres gerifaltes acumulen poder de intimidación.

Ya es sospechoso que aparezcan ahora. Salen ahora porque Juan Carlos no pinta una oblea; por lo tanto, las consecuencias de las grabaciones son irrelevantes. Pero pretenden significar una exhibición de poder y control. ¿A quién? A todo el mundo, y tal vez al sexto Felipe. Es el mensaje siguiente: os tenemos en la lista. Digamos, pues, que Alain Minc se quedó corto cuando habló, tiempo ha, de las zonas grises de la democracia. Son, más bien, los agujeros negros de la democracia.

Por otra parte, la filtración de dichas grabaciones tiene un interés crematístico: el parné. El pago de unos emolumentos para establecer una cadena de negocios. Tan sólo las almas de cántaro creerán que es un ejercicio de transparencia. Ese tipo de transparencia es puro estiércol. Bussines.

Es, en definitiva, un negocio. De muchos millones. Exactamente igual que los servicios que contratan las empresas para ver si Fulano o Mengano son de una u otra manera. Igual que la Operación que en su día montó el Beato Fernández Diaz, ministro del Interior, contra políticos catalanes. Igual que las listas de magistrados desafectos al independentismo catalán de las que hiciera gala un juez inhabilitado de cuyo nombre no quiero acordarme. Pura acumulación de poder, mero ejercicio de control.


No hay comentarios: