jueves, 30 de marzo de 2017

«Coscubiela es un fascista y CC.OO. un sindicato amarillo»


Quien con niños se acuesta cagado o meado se levanta. Esto es, por extensión, lo que ocurre con quienes se acuestan con ciertos dirigentes de la CUP, una organización de naturaleza milenarista, disfrazada de izquierdismo para no infundir sospechas. Ahora, su portavoz, de cuyo nombre no quiero acordarme, ha elevado el tono militante de la estupidez política. Para tal persona «Joan Coscubiela es un fascista y CC.OO. es un sindicato amarillo». Si lo primero es una exhibición de insensatez, lo segundo no se sabe muy bien a qué obedece, ni tampoco que guarde relación con el problema que ha originado para tamaños insultos.

La cosa tiene relación con la crítica de Coscubiela al escrache de las juventudes cuperas en los locales del Partido Popular. Con la distante presencia de la portavoz de dicho partido que aplaudía el gesto de sus infantes. Ella, en vez de debatir en torno a la relación entre formas de lucha política y reivindicaciones en un marco democrático, arremete contra el diputado Coscubiela. Pero, además, hay algo que sobrecoge: esta señora considera fascista todo aquello que no coincide con sus planteamientos. Con lo que devalúa y banaliza el fascismo, del que parece tener una idea particularmente libresca. O puede que considere que, dada la formación cultural de sus allegados, este es el picotazo más duro que puede propinar a su adversario o a quien no le ríe sus ocurrencias. En esta versión se trataría de grotesca mercadotecnia. Pero quien deja al descubierto su inútil preparación es ella. Tanto si hablaba con la lengua en poder del orujo como si no.

Ahora bien, cabe otra hipótesis. Que alguien más avezado que ella, dentro de sus propias filas, haya planteado que el escrache ha puesto al descubierto el infantilismo falsamente revolucionario de la política cupera –más propia de reyerta tabernaria--  y era necesario meter otra noticia que lo tapara mediáticamente. O sea, la vieja teoría de que la mancha de la mora con otra verde se quita.

En todo caso, el eructo de la portavoz cupera está en el aire. Un insulto personal. Y colectivo a los centenares de miles de afiliados de Comisiones Obreras. Entre ellos figuraba Enric Pubill, que nos dejó ayer (1). 


    1) https://www.pressreader.com/spain/la-vanguardia/20170330/282411284155881


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