sábado, 28 de junio de 2014

LA UTOPÍA COTIDIANA Y LAS «PRIMARIAS»



Uno de los grandes del sindicalismo no se cansaba de repetir: «He llegado a la convicción de que la utopía de la transformación de la vida cotidiana debería ser el modo de hacer política». Acostumbraba a remachar el concepto con otra expresión no menos machacona: «la participación activa e inteligente de la sociedad civil». Era el maestro Bruno Trentin.

Lo traemos a colación precisamente en estos momentos en que el PSOE anda en trajines de primarias. Sobre este particular ya he dado mi punto de vista en http://lopezbulla.blogspot.com.es/2014/05/el-secretario-general-elegido-en.html. Dispensen mi cabezonería pero no he variado de parecer. Es más, añado a lo dicho entonces que las primarias se han convertido en una especie de fetiche o en un ungüento amarillo que puede resolver todos los males del partido en cuestión.

Por lo demás, entiendo que en las primarias, tal como están las cosas en los partidos que las propician, hay una contradicción: de un lado, se vota de manera universal; de otro lado, sin embargo, el flamante secretario general tiene o se apropia (en ausencia de normas de participación regulares) de los mismos poderes que detentaba el viejo primer dirigente del partido.  En resumidas cuentas, las primarias pueden ser una gardenia en medio del secano, cuando de lo que se trata es que dicha florecilla esté en el corazón de las tierras de regadío.

No quiero ser una mosca cojonera, pero veo que las primarias de estos días tienen el mismo estilo que hay en el conjunto de la política: una exhibición de gestos mediáticos ayunos de contenido, donde se usa y abusa del término «nuevo» cual teologúmerno sacramental; una ausencia de los grandes temas sobre las responsabilidades, limitaciones y distracciones de la etapa anterior; y, especialmente, la carencia de proponer, no ya la utopía cotidiana sino un proyecto y un trayecto gradual de por dónde va a ir la cosa. Tal vez el único candidato que sugiere elementos sea Pérez Tapias. Pero este caballero tiene, tal como están las cosas, un problema grave: tiene un proyecto, lo explica sobriamente sin orquídeas verbales y no hace concesiones a la máquina de retratar. Total: es un antiguo. Mejor para sus alumnos de la Facultad.  


Radio Parapanda.  MATONISMO, donde Paco Rodríguez de Lecea reparte mamporros a diestro y sinistro con voz educada y punto de vista fundamentado.


     

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