jueves, 27 de enero de 2022

China o la Rebeca de sir Alfred


En este inquietante zipizape entre Rusia y Ucrania hay, en mi modestísima opinión, una sombra chinesca que recuerda a Rebeca -- aquella Rebeca de Winter del maestro sir Alfred— un personaje citado durante toda la película, pero que físicamente no aparece en ella. Rebeca es China con su potente pulpo mundial.

Los tentáculos chinos se extienden en setenta países, de los que cuarenta y dos deben a la ´metrópoli´ el 10 % de su producto interior bruto, los 28 restantes le deben como media un 5 % de su pib. Más todavía: cada año China maneja 85.000 millones de dólares en programas de desarrollo: es el doble de lo que se gastan Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. Rebeca lo hace sin estridencias, a la chita callando. Es, de momento, un colonialismo silencioso, a la espera de que los setenta países de marras no puedan pagar la deuda y, entonces, Rebeca hará acto de presencia física. Posiblemente cuando haya superado a los Estados Unidos que, como si dijéramos, está a la vuelta de la esquina. (Hace setenta años los niños de Santa Fe diríamos que «Fu Manchú» ataca).

No quisiera ni pensar en que, si las negociaciones entre Rusia y sus contrarios fracasaran, qué postura tomaría Rebeca.  Aunque, bien mirado, no parece que a China le interese el conflicto: ellos van haciendo y, están en puertas de ser la primera potencia, por lo que no estaría dispuestos, en teoría, a que ninguna guerrita les joda la marrana. Sea como sea, es fundamental que la diplomacia arregle este zipizape. Con todo tenemos por delante, a partir de ahora, conocer China. Dentro de poco entraremos en un nuevo paisaje.

De momento tienen ustedes un artículo de hoy en La Vanguardia, cuyo autor es Xavier Mas de Xaxàs, que nos da una interesante información sobre la China. 

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