martes, 5 de noviembre de 2013

MÁS SOBRE LA LEY DE FINANCIACIÓN DE LOS SINDICATOS



Nota aclaratoria. He mantenido una correspondencia con Carlos Peña, a través de facebook, con motivo de mi artículo Discrepo de una propuesta de CC.OO. mi sindicato. Y, de común acuerdo, hemos pensado en publicarlo en este medio. Allá va.  

 


Carlos Peña.-- Leyéndote me da la impresión que vinculas la ley de financiación del sindicalismo con los posibles peligros de pérdida de independencia del sindicato y el riesgo de su “institucionalización”. ¿Acierto?

 

JLLB.--  Tal vez no haya sabido explicarme mejor, Carlos. Pero no era esa mi intención; es más, de una atenta lectura no se desprende lo que tú apuntas. Yo veo las cosas de la siguiente manera: no veo eso ni ese peligro ni el riesgo que tú crees haber leído.

 

Carlos Peña.--  Te aseguro que no tengo el vicio de leer aviesamente las cosas. Explícate, pues.

 

JLLB.--  El proceso sostenido de movilizaciones que lleva el sindicalismo, desde 2008 hasta hoy, desmiente radicalmente que haya pérdida de independencia y autonomía; ni siquiera merma, Carlos. Por otra parte, pienso de esta manera: una ley de financiación de los sindicatos, aunque me provoque antipatía, no necesariamente implica la pérdida ni la merma de independencia  (ni, consecuentemente, de institucionalismo) del sindicato. De la misma manera que sin ley de financiación el sindicato puede  no ser independiente y caer en el institucionalismo. Ha habido organizaciones sindicales que, sin dicha ley, no son independientes y han caído en el institucionalismo. Así es que la independencia y el institucionalismo o sus contrarios no están ligados implícitamente a una ley de financiación del sindicalismo que, repito, me es antipática.

 

Carlos Peña.--  Entonces, ¿dónde está el misterio, José Luis?

 

JLLB.--  En esto: dando por sentado que dicha ley se pide para tener más recursos, se descuida la reflexión central de cómo el sindicato debe contar con más instrumentos organizativos, incluidos los financieros. O se deja de lado lo que los economistas llaman el «coste de oportunidad» o, si se prefiere, el  valor de la mejor opción no realizada. Quiero decir que, mientras estás amparado por una ley de financiación de los sindicatos, no investigas de qué manera encuentras la mejor opción para financiarte autónomamente, a través de tus propias fuerzas. Y si me permites, te diré que estás retrasando la posibilidad de la autorreforma sindical. Que sea capaz de aprehender la pluralidad compleja del conjunto asalariado, esto es, las diversidades de toda esa miríada de tantísimas situaciones diferentes en sus condiciones de trabajo, en el desempleo, en los sexos, generaciones y territorios.  

 

Carlos Peña.--  Además, dicha propuesta se ha planteado en el peor momento posible: la complicada situación de los ere´s andaluces…

 

JLLB.--  Es cierto, pero eso querría decir que hay momentos oportunos para plantearla, y en mi caso impugno la mayor.

 

Carlos Peña.--  Ya te entiendo, José Luis, pero el mundo de las apariencias también cuenta.

 

JLLB.— Por supuesto. Pero entiendo que la mejor manera de combatir esas apariencias pasa por saber exactamente –no tenemos estudios al respecto, Carlos— cómo nos perciben, con la mayor aproximación posible, los trabajadores no inscritos al sindicato. Es decir, cómo nos ve esa pluralidad compleja.

 

Carlos Peña.--  Por otra parte esa campaña antisindical está alcanzando tonos asfixiantes.

 

JLLB.--  Hasta donde yo recuerdo siempre hubo, en estado de latencia o de manera soterrada, una campaña antisindical. Precisamente por mantener el tipo de sujetos independientes y no institucionalizados. Lo nuevo es el carácter agresivo (casi criminalizante) de dicha campaña. Y en ese sentido vale la pena diferenciar el eructo de la caverna y sus islas adyacentes de aquellas críticas, razonables o no tanto, que se nos dirigen por motivos contingentes.  Oye, Carlos: ten compasión de mí; son las tantas de la noche y uno ya tiene unos años…

 

Carlos Peña.--  Nada, nada. Buenas noches y agradecido. Saluda a Roser de mi parte.

 

JLLB.--  Sea. Condiós.


 

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